Este año nos tocó a un grupo de personas y a mi ir a un manicomio, como una clase de expedición, anualmente vamos a una y se realiza en lugares distintos. Siempre se hace a mitad de curso para que despejemos la mente, toman una o dos persona de distintas especialidades realizan un pequeño grupo y toman marcha estos viajes. Pues en mis tiempos de cuando era pequeña, los manicomios eran para las personas que presentaban serios problemas mentales que no tendrían cura, tan solo que se quedaran permanentemente encerrado en esas cuatros paredes, algunos nos dicen que para el bien de ellos, pero realmente es por el bien de nosotros mismos...
Estelugar es muy tenebroso pareciera que nos fuera a salir cualquier cosa en cualquier momento, y eso realmente esperábamos, de la nada aparecían personas por los pasillos, unos te ignoraban y otros te observaban de una manera muy fría, muy pocos hablaban y quienes lo hacían no lo hacían con coherencia. Todo se manejaba bien hasta que el conductor de nuestro transporte nos dijo que el autobús no quería encender para nuestra desgracia pasaban de las 6 y ya los talleres habían cerrado.
La señora dueña de aquel manicomio nos ofrece 6 habitaciones que estaban vacías y cada una contaba con aproximadamente 2 camas individuales, y un baño cerca.Pero nosotros en nuestra expedición éramos aproximadamente 18 personas así que quedábamos por fuera 6 personas, cerca de aquel lugar había un hotel así que todos los que quedamos por fuera nos acercamos allá a ver como pagábamos y quedarnos (Algo lejos de nuestro grupo, pero igual bajo techo) tomamos solo 3 habitaciones para dormir igual en pareja y que nadie quedara solo.
Lo raro comenzó en la madrugada, cuando la señora del manicomio llama a mi compañero de cuarto diciendo que necesitaba que fuera uno para allá porque uno de los chicos se había perdido y no lo encontraban, Aron (Mi compañero)decidió ir el solo porque por la descripción que le dieron era su vecino. Eso fue alrededor de la 12 de la mañana y ya pasaban de las 2 y Aron no se comunico ninguno lo llamamos un millón de veces y nunca nos quiso atender, entre los 5 que quedábamos fuimos hacia allá en busca de los que se habían perdido.