Seguí caminando como por media hora hasta que en medio del jardín Troy me encontró algo mareado – Sarah me alegra estés bien estaba preocupado ¿Y las chicas? – Algo me pintaba mal pero no le preste atención – Muertas, de una manera muy asquerosa – Troy me miro espantado y aturdido y comenzó a caminar – sígueme – me comenzó a llevar con él al salón grande que había visitado antes donde estaban las personas muertas – Aquí están las otras personas que se habían quedado aquí – y si ciertamente estaban todos ya pero igual faltaban – están Ilan, Alejandro, Isabella, Neil, Román, Carlos, Rebeca, Marco, Jack, Joshep, Génesis y Valentina. Pero aún falta Aron, no lo veo por ninguna parte – comencé a mirar por otros lados por si veía su rostro pero aún no lo veía hasta que me fije que estaban Helen, Alixon, y Alex. Ellos acaban de morir prácticamente. – Esto es rato están todos aquí, incluso los que murieron hace minutos - el clima volvió a asustar cuando oigo a lo lejos la risa de Troy – ¿De qué te ríes?, esto es serio Troy – comencé alejarme de él poco a poco – en eso lo alumbro con mi linterna y observo que su camisa esta toda llena de sangre como si fuera transportado unos cuerpos alguna parte.
– Veras Sarah, no me interesa donde esta Aron pero si está vivo sé que lo encontrare no podrá salir de aquí, o yo perdería el juego. –
- De que juego hablas. –
- Esto es un juego lo supe apenas encontramos las armas, era obvio ¿Por qué mas murieron ellos?, no supieron ganarlo. –
- ¿Crees que la muertes de ellos son juego? –
- Vivir o morir Sarah, es obvio, me pude deshacer de Helen y Alixon el dueño del juego me mando a ponerle esas cosas extrañas en su cabeza sin escape y sin sacrificios, la tonta dueña del manicomio quiso detenerme de una vez le dispare y la tire aquí. El problema fue cuando note que no estabas con nosotros pero no preste atención pensé que estabas muerta y que había ganado pero ya veo que no. –
- Aun queda Aron. –
- Como te dije, Aron no es problema lo matare... al igual que te matare a ti. –
Comencé a huir de Troy tan desesperadamente, de allí pero de la nada comencé a oír disparos que se marcaban en la puerta de hierro, - Claro mi arma – pensé en un momento y comencé a correr hacia a él con todo y un juego de adrenalina en el cuerpo y comenzamos a pelear le tumbe el arma y me golpeo con todo su fuerza en el vientre tendiéndome en el suelo inmediatamente.
- Pensé que eras más fuerte Sarah –
- Mátame si me vas a matar –
- Sera un placer –
Se alzó hacia mí con un cuchillo listo para cortarme la garganta, pero... era imposible que él me matara en mi propio juego.