Desde donde estábamos hasta la entrada era un camino largo, 1 km aproximadamente para llegar al portón principal, el lugar estaba totalmente oscuro había una luz que parpadeaba en la casilla del portero, desde lejos se vía la sombra de alguien que se encontraba de pie, por un momento pensábamos que aquel señor se había percatado de que estábamos a punto de llegar y nos iba abrir. La cosa se tornó extraña cuando llegamos al portón y aquella persona no se había movido, no lográbamos ver lo suficientemente bien porque la luz no era muy buena, de lado de esa puerta había una especie de desagüe abierto, para los días de lluvia, así que uno a uno fuimos pasando hasta llegar al otro lado todos, una vez que pasamos nos fuimos caminando por ese mismo camino del desagüe hasta la casilla del portero y subirnos por su puente, (Ya en ese momento la luz que parpadeaba ya no encendía), todos llevábamos linternas y yo fui la primera encenderla para ver quien estaba de pies... El miedo se apodero de todos cuando la luz pego de aquella silueta extraña y resulto ser el cuerpo sin vida de nuestro compañero Alejandro (El que se había desaparecido), estaba colgado tal y como si se fuese ahorcado por voluntad propia. Aunque resulto ser una imagen no muy deseada, tomamos fuerza y coraje para seguir subiendo por otro largo sendero. (El manicomio estaba técnicamente al aire libre, y tenía una buena vista de algunas granjas que se encontraban a muchos kilómetros. Cada 1 kilómetro del manicomio contaba con un cercado eléctrico para que nadie saliera de este, a pesar de ser un lugar no muy deseable de visitar, perecía un colegio, un colegio de desquiciados) Seguimos subiendo por un recto camino hacia la segunda entrada que es como la "Recepción" que estaba vacía, pero como es un espacio abierto pudimos pasar de todos modos. Se oían gritos de desesperación y miedo por todas partes, y como no sabíamos dónde estaban las habitaciones que les dieron a nuestros compañeros, nos tocó indagar un poco el lugar (El cuyo cual ni de día quisimos ver)...
Poco a poco fuimos revisando una de las habitaciones, fuimos al primer pasillo y todo estaba normal y en silencio, hasta que en la 2 y 5 habitación había unas voces gritando del miedo pidiendo ayuda, -¿Qué ha pasado?- una pregunta que invadió mi mente conjunto un miedo inmenso al pensar su respuesta. Nos acercamos a la ventanilla la habitación estaba completamente sola sin cama, ni nada tan solo dos sillas de maderas frente a frente con un par de personas, intente abrir la puerta pero estaba dura, la luz parpadeante como en la entrada, - algo anda mal – Troy era un estudiante de ingeniería mecánica, y de alguna forma abrió la puerta, lo que lo hizo más aterrador. Las sillas estaban con los cuerpos torturados de Vane y Karla. Indagamos un poco más la habitación y encontramos una nota en la pared de tinta roja "Nunca mientas o el ratón se robara tu lengua", que intentaba decirnos ese mensaje era dudoso hasta que el mismo troy se acercó a una de ellas y abrió su mandíbula dándonos cuenta que ella no tenía lengua - ¿Qué demonios? - pegue un pequeño brinco hacia atrás, dando espacio al resto para que observara y salí de esa habitación cuanto antes.