Sweet Night

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   Nada solía ser muy interesante o significativo, nada hizo latir el corazón del pequeño Min Yoongi como lo hizo aquel piano marrón de media cola varado en una esquina del solitario salón de música.

   Su pequeño corazón latía con torpeza, los deslumbrantes jades blancos le robaban el aliento, algo tímido decidió acercarse a aquel instrumento, lo atraía de una forma extraña como si en voz baja suzurrara su nombre. Todo en la habitación desapareció a su alrededor, ya que toda su atención, todo su ser en ese momento pertenecían al viejo piano.

   Fue aquél solo el comienzo a una larga relación, solían tener sus diferencias, solían no verse por un tiempo pero el uno siempre volvía al otro ya que, finalmente, juntos eran uno, juntos las cosas tenían un sentido, juntos conocieron la verdadera pasión...

  Claro que con el tiempo otras cosas comenzaron a llamar la atención del joven Min Yoongi, otros tipos de ritmos hacían que su corazón danzara.

                   [...]

    El joven Kim Namjoon salió por primera vez emocionado al recreo, cruzó la puerta y caminó por el amplio pasillo hacia la salida que se encontraba a unos 20 pasos de su salón encontradose con el exterior del instituto, a lo lejos, en el mismo lugar que el día anterior se encontraba él, su peculiar "amigo". Aún le era algo difícil de creer, y practicaba mentalmente cómo saludarlo - "Buenos días Tae Hyung" no muy formal "Hola amigo" no muy extraño "Aquí estoy" ni que me estuviese presisando- algo tímido iba asercandose cada vez más hasta que éste lo vio.

-¡Hyung!- exclamó el menor con una sonrisa de media luna en los ojos y le ofreció aciento a su lado.

- ¿Qué hay bro?- soltó calmado mientras se sentaba, hasta que se dió cuenta de lo que había hecho "¿Bro?" ¿Desde cuándo se refería así hacia otra persona? ¿Acaso se había dejado llevar? ¿Cómo era eso posible? Se enderesó rápidamente como queriendo recuperar la "compostura" mientras el menor urgaba alegre en una bolsa como si no hubiese escuchado lo anterior.

-¿Quieres?- preguntó Tae Hyung ofreciendole un sándwich de verduras que se veía bastante apetecible.

- No te molestes- contestó amable.

-Vamos Hyung, ¡Comelo! Le pedí a la abuela que lo prepare especialmente para tí- respondió haciendo un leve puchero con los labios agregando aún más dulzura a su rostro.

- ¿Enserio?- preguntó incrédulo el mayor. Tae Hyung asintió levemente con la cabeza mientras sus brazos permanecían extendidos hacia su amigo. - Wooh eso fue muy considerado, no te hubieras molestado- contestó apenado mientras tomaba el sándwich.

-No es nada- respondió con una reluciente sonrisa cuadrada.

Aunque ninguno lo dijera, ambos se sentían emocionados y alegres de contar con el otro.

Un agradable silencio rodeaba el ambiente, sólo el barullo lejano llegaba a escucharse de forma vaga mientras los amigos disfrutaban plenamente del esquisito almuerzo preparado por la abuela del menor.

- Ayer dijiste que antes de ser el mejor en algo que no te importa, prefieres vivir - dijo Namjoon rompiendo el silencio y luego de una pequeña pausa - ¿A qué te refieres con vivir?- preguntó curioso volteando la mirada a su amigo quién yacía con la mirada perdida en el orisonte.

- Aún no lo sé- contestó calmado

-¡¿Aún no lo sabes?!- exclamó impactado el mayor. Luego de aquel discurso, aquella crítica a la sociedad ¿Tae Hyung le estaba diciendo que la razón real por la que no daba suficiente importancia a los estudios ni siquiera existía? No podía creerlo, un vago lo había engañado.

Por Siempre Jamás [Yoonjin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora