Jiang Cheng suspiró con pesadez y se llevó la mano a la cara antes de arrastrar a Wei WuXian de regreso a donde se encontraban todos, fingiendo estar tranquilo para que sus padres no hicieran preguntas de más. Se sintió observado por ambos jades, pero prefirió ignorar esto también y se disculpó por la interrupción aún sosteniendo el brazo de Wei WuXian e incluso presionándolo con fuerza, decidido a hablar con su mejor tono de voz.
-Mamá, papá... creo que será mejor dejarlos que se conozcan. Después de todo, tal como lo dijo el maestro Lan QiRen, ambos saben la razón por la que Lan WangJi se encuentra aquí, nosotros entorpeceríamos las cosas si nos quedamos.
-Concuerdo con el joven Jiang Cheng -dijo Lan QiRen, tomando por sorpresa a Jiang Cheng, quien no se esperaba que el maestro QiRen dijera eso-. Lan WangJi, Wei WuXian, ustedes ya están al tanto de la situación. Este matrimonio debe ser ejemplar, siempre por el camino de la rectitud y nunca por la traición. Ahora que se conocen y que están el uno con el otro, la vida de ambos cambiará de forma radical.
Cuando Lan QiRen hablaba, imponía respeto, era inevitable desviar la atención de sus palabras... por lo menos así era para todos menos para Wei WuXian, quien estaba más entretenido observando su barba y comparándola con el pelo de las colas de los burros. Milagrosamente no soltó una carcajada ahí mismo.
-Entonces, si no hay ningún problema con dejarlos aquí, maestro Lan QiRen, ZeWu-Jun, acompáñennos por favor, hay cosas que aún debemos hablar. A-Cheng, puedes esperarnos aquí o pasear por Yunmeng -dijo FengMian.
-Oh... -Jiang Cheng bajó la mirada e hizo una reverencia. Por un momento creyó que, dado a que ya lo habían metido en todo ese embrollo desde que lo pusieron a "convencer" a su hermano, por lo menos le dejarían conocer más sobre ese matrimonio arreglado.
Jiang Cheng, algo decaído, se despidió rápidamente de su hermano y el joven de ojos dorados, se dio la vuelta y decidió ir a perderse por algún lado de Yunmeng tal como se le había recomendado.
Sus padres no le prestaron mayor importancia, más bien fue el clan Lan quien se dio cuenta que al joven no le había agradado la idea de irse así como si nada. Conforme iban avanzando hasta otra de las habitaciones donde ellos se reunirían, Lan QiRen volteó a ver a su sobrino.
-Lan Huan, en el futuro serás el líder del clan, pero ahora mismo, hablando del compromiso de tu hermano, no es necesaria tu presencia. Todo lo que debíamos arreglar tú y yo ya lo hicimos. Líderes Jiang, ¿será posible que XiChen se ausente por unos momentos? Hay algo que quiero decirles.
-Por supuesto, no hay inconveniente. Podemos pedirle a alguien que le muestre Yunmeng, hemos cambiado algunas cosas desde la última vez que vinieron hasta acá.
-No se molesten, preferiría estar yo solo -mentiras.
El matrimonio no tuvo problema y siendo así, Lan XiChen se retiró con una sonrisa. Cuando tuvo que volver a pasar por la sala principal, vio a su hermano WangJi sentado, con la espalda recta y sus ropas acomodadas, a un lado del joven Wei. Ninguno decía nada y esto, viniendo de su hermano, no era extraño. Sin embargo, Wei WuXian callado sí que lo era. Decidió no darle mayor importancia e irse, ni siquiera se conocían, pensó que era algo normal que no se hablaran mucho.
Wei WuXian hubiera preferido que se quedara su hermano y Lan XiChen. Por lo menos así ellos podrían ayudar a iniciar una conversación amena o algo parecido. Pero solo miraba a todos lados con tal de no ver al chico que tenía a un lado. Se veía casi de su edad, ¿cómo podía siquiera pensar en casarse como si fuera cualquier cosa? El joven era apuesto y con ojos como dos soles resplandecientes, de una tez que asemejaba la más fina porcelana de toda China, cabello negro y largo... todo era armónico en él, despedía un aroma bastante peculiar, fresco e incluso embriagador.
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Tradición | MDZS Omegaverse
Fanfic"Un error momentáneo llega a ser un remordimiento eterno" -proverbio chino. Wei WuXian, un Omega excepcional; Jiang Cheng, un Alfa orgulloso. Los temperamentos de ambos son diferentes, pero también parecidos. Sin embargo, sus vidas no llevan los m...