X. Corazón.

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Wei WuXian volvió a despertar en su habitación sin saber cómo llegó ahí. Lo último que recordaba era haberse quedado dormido en ese claro de luciérnagas y después de eso ya no sabía más.

Sus túnicas estaban intactas, incluso sacudidas de las hierbas y tierra que pudieron obtener luego de estar recostado en el pasto. Esto le extrañó un poco y así como se levantó fue a buscar a Lan WangJi.

¿Había sido un sueño? No iba a mentir, aquello que habló con Lan WangJi le parecía surreal, imaginativo. Necesitaba comprobar que había pasado y solo él iba a poder confirmarlo.

Buscó en aquella tranquila habitación y no encontró nada, buscó con Lan XiChen y tampoco encontró nada; fue únicamente cuando buscó en el hall principal cuando divisó aquellas blancas siluetas que para su mala suerte no estaban solas, Madam Yu y el tío Jiang les acompañaban y así, se acercó un poco dudoso a saludar.

Apenas Yu ZiYuan lo vio, se giró a Wei WuXian y le ordenó de inmediato que diera una explicación.

—Madam Yu, buenos días. ¿Qué ocurre?

—Tú dínoslo. Hoy en la mañana todos amanecimos con los rumores de que alguien te vio llegando con Lan WangJi.

Al escucharla, él se sintió aliviado al saber que no lo había soñado, pero ahora su miedo estaba frente a él, con un semblante terrorífico y una mirada color uva que podía hurgar en su subconsciente. Contrario a lo que había dicho la noche pasada acerca de presumir con Madam Yu y Jiang FengMian, luego de ver sus expresiones de molestia y preocupación, sabía que lo mejor era no hablar cosas fuera de lugar hasta que tuviera más pistas de lo que los tenía así.

—Oh... sí, fuimos solo a dar un paseo, ¿estuvo mal?

—A-Xian, no es que estuviera mal, es solo que eso puede prestarse a malas interpretaciones. ¿A dónde fueron?

—Bueno, estuvimos paseando un rato por el muelle y después lo llevé a ver algunas luciérnagas. Creí que esa sería una buena idea y lo invité. No hicimos nada más.

—¿Lo ve, mi señora? A-Xian no miente. Podemos confiar en ellos. No hay nada de qué preocuparse.

—Conociéndolo, hay muchas cosas por las cuales preocuparse —Madam Yu se dio la vuelta y se dispuso a irse, solo avanzando un par de metros antes de detenerse y volver a ver a Wei WuXian—. Esta tarde no saldrás a ningún lado, hay muchas cosas por hacer. Tu traje nupcial ya está aquí y he llamado a los sastres para hacer los ajustes necesarios.

—Vamos, A-Xian. Están esperando en el hall.

Quería hablar con Lan WangJi pero FengMian le pidió acompañarlos y no pudo negarse mucho tiempo luego de oír un "no querrás hacerla enojar". Tenía buen buen punto.

Lo que ocurrió no fue más que, luego de que hablara un poco con Lan WangJi, se acostó de nuevo en el pasto y observó hacia el cielo. Las luciérnagas que pasaban encima de él, cruzando por su mirada atenta, lucían como pequeñas estrellas verdes y amarillas que habían bajado desde las infinidades del universo para estar con ellos esa noche.

Lan WangJi no se atrevió siquiera a mencionar que ya era tarde, se quedó ahí, viendo a Wei WuXian. En su vida había tenido la necesidad de estar con alguien de tal forma, nunca se sintió atraído por nada y mucho menos creyó que en un futuro se vería sentado recargado en un árbol y dándole toda su atención a un joven de sonrisa encantadora, desordenado e inquieto.

Y su corazón se sentía feliz, pero aún no se sentía completo.

Tal vez, algunos podrían decir que era debido a la ingenuidad de Lan WangJi y a su nula experiencia en esos temas. Más equivocados no podían estar. A pesar de no haber tenido algún interés romántico antes, Lan WangJi comprendía lo que estaba sintiendo por el afamado Omega de la secta Jiang. Aunque le costara aceptarlo, lo entendía muy bien, lo único que no lo dejaba expresarlo como quisiera era la educación que lo había formado.

Tradición | MDZS OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora