🌸 What's next (1/2) 🌸

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⛔ Contenido explícito.

🛑 Adaptación (basada en Until we meet again de LazySheep)

Jinyoung agradecía internamente a vivir en un vecindario poco concurrido y muy lejano de la universidad.

Vivir en una época donde no puedes andar libremente por ahí dándole afecto a tu pareja por ser hombre era algo que exasperaba en demasía a la pareja de Jaebeom y Jinyoung. No es que quisieran que medio mundo los viera dándose cariño, pero a veces querían demostrar lo mucho que se amaban cuando se sentían necesitados del otro.

Por eso Jinyoung amaba ese vecindario.

Goyang era un pueblo relativamente grande si contamos que tienen una universidad cerca, pero la población no es mucha comparada con las grandes ciudades, además de que muchos jóvenes preferían estudiar en lugares como Incheon o Seúl.

Jaebeom se percató de que no hubiera nadie más a parte de ellos dos para poder tomar la mano de su novio y retenerla en un firme agarre, Jinyoung sonrió sintiendo la cálidez envolviendo por completo a su cuerpo.

– ¿Que tal van las cosas en casa? — preguntó el menor a su novio que rodó los ojos al oír la palabra casa.

— Mamá preguntando por cuando le presentaré a mi bella novia que me trae loco y papá feliz de que siga sus pasos y no le haya salido homosexual. — comentó con sarcasmo. Su padre era un médico muy bueno en toda la zona, muchos lugareños iban a su casa todos los días para que el señor Lim los atendiera y curará sus malestares. Para él lo más satisfactorio era que su hijo siguiera sus pasos, importandole poco que no fuera la pasión de Jaebeom.

A duras penas el Lim menor podía mantener un promedio de ocho en su segundo semestre, por tal motivo fue que el maestro Shin le designó un tutor. Jinyoung era de un salón diferente al suyo pero debía admitir que el chico era un sabiondo en el tema, así que dejó que el pelinegro se hiciera cargo de ayudarlo. No mentiría el decir que de sentía atraído por el más joven; Park era la dulzura en persona, sobretodo era muy amable y solidario, algo que atrapó al mayor.

No podía contarle sus sentimientos porque era obvio que serían unilaterales, sencillamente prefirió mantenerse en el anonimato cada que dejaba notas o algún dulce encima del pupitre o casillero de su tutor. Sin saber que sus sentimientos eran correspondidos.

Los prejuicios eran los que alimentaban el miedo de ambos jóvenes para poder confesarse, las miradas y reproches no se harían esperar, además corrían el riesgo de ser torturados por sus mismos padres para quitarles "la enfermedad". Porque ser gay era la peor aberración contra el mundo.

No sabían cómo en una noche estrellada ambos sentados contra un árbol y ensimismados en su mundo habían hecho algo sumamente increíble, besarse. Lo más inocente que ese beso pudo ser, lleno de ternura, miedo e inexperiencia había hecho que sus corazones se sintieran cómodos y cálidos como nunca lo habían hecho.

Ya una vez dentro de la casa ambos saludaron a la señora Park que les regresó el saludo. La madre de Jinyoung sabía sobre la relación y sin duda apoyaba a su retoño y la pareja de éste, ella lo único que deseaba era la felicidad de su hijo y tal como le dijo aquella vez que llegó llorando y pidiendo perdón por haber sido un mal hijo: Su felicidad era la suya, no importaba si se enamoraba de un gato, un chico o una chica pues siempre le apoyaría sin importar qué. Así que también le agradaba Jaebeom y que consintiera a su bebé, algo que adoraba de la relación de su hijo.

Pero nadie anticiparia lo de esa noche.

Cuando ambos estuvieron solos en el cuarto del pelinegro, Jaebeom se acercó a su novio mirando sus bellos ojos que brillaban cuál lucero.

— He esperado toda la semana por ésto — tomó el mentón del joven para unir sus labios en un beso lento. Se veían todos los días pero solo un día a la semana podían compartir juntos, disfrutando el momento que compartían, intercambiando palabras, besos o incluso caricias, porque era lo único que ambos podían apreciar y que jamás se borraría de ellos, cada una de las sensaciones que ambos experimentaban bajo en toque del otro.

Jaebeom se sentó en la cama para que su novio pudiera sentarse sobre él y poder estar cómodos. Jinyoung disfrutaba tanto que sin dudar le comenzó a dar piquitos por todo el rostro para terminar otra vez en la boca contraria.

El castaño tomó entre sus manos la cintura de Jinyoung subiendo sus frías manos por el pecho contrario, sintiendo la piel suave erizarse bajo su toque. Jinyoung no se quedó atrás al bajar por la mandíbula y llegar al cuello para allanarlo con sus suaves besos.

Sólo tres veces habían ido más allá de simples roces, sus cumpleaños y su primer aniversario. Lim tomó el rostro de su novio para preguntar con sus gestos, recibiendo un asentimiento de su novio.

Jaebeom tumbó con cuidado su cuerpo para ponerse encima de él y empezar a desvestir a su pareja. Jinyoung abajo de él apreciaba el trato que estaba teniendo, siendo manipulado con el más extremo de los cuidados como si de una pieza de vidrio se tratará.

Los dedos de Jaebeom empezaron a explorar su cavidad, teniendo que callar los sonidos indecentes con sus propios labios. Al momento de introducirse en su amante el castaño tomó los belfos del otro para enmudecer sus quejidos apaciguando también el dolor con su mano encima del miembro contrario.

El vaivén con sus caderas era el mismo que el mayor llevaba sobre el más joven, siendo más constante al momento de experimentar cosquillas en sus vientres, subiendo cada vez más hasta que ambos sucumbieron al placer.

Terminaron cansados y pegajosos, Jinyoung y Jaebeom tomaron un baño y cambiaron sus ropas para poder acostarse después juntos y acurrucados.

Caída la noche el padre de Jinyoung entró escandalizado después de notar la forma en que estos dos dormían, separando a los dos y bajandolos sólo para encontrarse a los padres de el mayor con fotos de ellos dos juntos regadas en la mesa.

Los golpes no se hicieron esperar por parte de los dos hombres, tomando los cinturones y estampandolos contra los cuerpos de sus respectivos hijos.

La señora Park era retenida por la madre de Lim; la fémina más joven era un mar de llanto mientras la otra tenía la cara impeturbable.

Cuando ambos chicos cayeron al suelo por el agonizante dolor fue que sus progenitores terminaron su golpiza.

Ambos se miraron a los ojos buscando el perdón del otro, pero una sonrisa boba adorno el rostro de ambos.

— Te amo — fue lo último que dijeron antes de sucumbir a un terrible cansancio.

La señora Park fue la única que lloró en el entierro, fue la única que pidió perdón a la joven pareja por su trágico final.

Fue la única que deseo se reencontraran en la vida próxima.

Fue la única que deseo se reencontraran en la vida próxima

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Dije que dejaría las cosas trágicas y salgo con esto :v

Quiero aclarar que esto está ambientado por los años 1960/1980, por eso tanto sadismo en esto porque realmente en esos tiempos hasta los torturaban por según ellos ser "anormales", muchas personas sufrieron por ese tipo de pensamiento y también murieron a causa de ello.

Cómo sea los tiempos han cambiado y la situación también, aunque claro está que el cambio no ha sido para todos, esperemos que pronto esto sea diferente.

Los quiero mucho y al rato traeré la segunda parte :3🥳❤️

JJProject [JJP/GOT7]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora