Virus

220 22 3
                                    

Fecha: 06 de Mayo del año 20XX

Hora: 1:06 PM

Lugar: Yokohama, Japón.

Ya no podía estar por mas tiempo solo en casa, hace casi dos días que Chuuya se encontraba trabajando sin parar en el hospital y eso lo estaba aburriendo demasiado, pues no poder pasar tiempo con su prometido solo le causaba conflictos mentales algo negativos.

Cerró las ventanas y tomó las llaves de la casa para poder salir sin ninguna preocupación.

La calle se encontraba como comúnmente estaba. La anciana que vivía frente a ellos estaba regando las plantas de su jardín, el niño vecino de su derecha jugaba con su mascota, algo que a Dazai le desagradaba todas las mañanas y el vecino del otro lado encerrado en la vivienda. Era una persona rara.

Saludó amablemente a la anciana de enfrente, creía que era tierna, pues con los vestiditos de colores que usaba todos los días hacia resaltar sus canas blancas y sus ojos verdes.

-Buenos días, señora. ¿Hoy todavía no se abren las flores?

-¡Ooh! Buenos días, muchacho.- Le devolvió el saludo la señora con una alegre sonrisa.- No, hoy tampoco se han abierto. Es extraño.

-Tal vez solo necesitan un poco mas de mimo.

-Tal vez. ¿Donde está tu novio? No lo he visto desde ayer en la mañana. ¿Le sucedió algo?

-Nada malo, solo está trabajando en el hospital.

-¿Y vas a ir a visitarlo?

-Si. La dejo un rato señora. Suerte con sus flores.

- Gracias, saluda al joven guapo de mi parte.

-Lo haré.

El camino al hospital donde trabajaba Chuuya no era muy largo, solo unos treinta minutos a pie y si caminaba rápido, algo que siempre hacía.

Los años para él habían pasado rápido, pues no sintió cuando se convirtió en un adulto ¨responsable¨. Desde que era pequeño le gustaba tomar libros y leer cuanto pudiera. Cuando llegó a secundaria decidió empezar a experimentar a escribir algo que llamara la atención de otras personas o que solo fuera de su interés empezando con historias cortas que resumían un poco de su vida y el como se sentía el día a día en el mundo rodeado de personas.

Fue en la escuela media cuando creyó que su vida era una basura y se sentía inútil hasta para respirar. 

El cigarrillo, el alcohol y el sexo empezaron a ser su rutina diaria, desechando y quemando los libros e historia que a lo largo de los años fue coleccionando. Su padrastro, quien pertenecía a las instalaciones del gobierno como medico quiso acabar con sus problemas en un psicólogo, algo que a Dazai no le agradó demasiado y su comportamiento empeoró ahora añadiendo intentos de suicido fallidos.

A lo largo de su adolescencia tuvo casi diez intentos de quitarse la vida, desde una sobredosis hasta casi quemarse vivo dentro de la casa, razón por la que empezó a utilizar vendas aún cuando las cicatrices ya habían desaparecido casi por completo.

Un día cuando estaba observando el rió de la ciudad cruzó por su cabeza una idea que pensaba sería divertida para él y una salvación para los que lo rodeaban. Se tiró al rió sin pensarlo dos veces para morir de una vez por todas. Algo que obviamente no sucedió, pues no esperaba que un enano pelirrojo se zambullera al agua solo por salvar a un desconocido. Una vez que ambos salieron del río y sacaron toda el agua de su cuerpo fue cuando lo pudo ver con claridad a su salvador, o mejor dicho al dios que desde ese día iba a rezar.

Apocalipsis (Bungou Stray Dogs -Soukoku) AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora