•Al rojo vivo•

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Semana tras semana los cuerpos sin vida seguían siendo encontrados en diversos puntos del bosque, desde la amplia pradera hasta la pequeña colina, ningún lugar estaba a salvó del misterioso asesino, en cuestión de segundos los habitantes comenzaron a temer por su seguridad especialmente los lobos, ya que todos los asesinatos cometidos tenían que ver con los de esta especie, el bosque se convirtio en un lugar muy inseguro para ellos.

Algunos tomaron cartas en el asunto y decidieron que lo mejor sería marcharse del bosque aunque esto implicaba dejar atrás sus vidas y gran parte de sus recuerdos ya que muchos habían estado viviendo en completa paz y armonía durante años y ahora les tocaba decir adiós a su antiguo hogar.

***

Los errores suelen ser pagados por inocentes, el error de un lobo  con problemas de irá, dió como frutos el nacimiento de un verdugo que hizo del bosque un lugar casi tan horrible como el mismísimo infierno, ataques sin justificación fueron la cuna para formar al asesino perfecto que ahora está sediento por sentir el palpitante rojo de la sangre que emana de sus presas, sediento de vertir sus manos en el espeso líquido rojo, ansioso de escuchar la carne de sus víctimas carcomerse en ácido, ansioso de escuchar las súplicas de piedad, palabras llenas de temor, palabras envueltas en llanto que serían las perfectas melodías de una composición músical dirigida por una retorcida mente.

El periódico comenzó a hacer censura con respecto a la narrativa de los homicidios ya que el misterioso asesino aumentaba la agonía de sus víctimas para culminar con sus vidas de la manera más inhumana posible, algunos de los cuerpos estaban completamente desechos y esto ya no podía ser narrado.

El retorcido asesino tenia extrañas manías por desgarrar tejidos, extraer ojos de las cuencas de la víctima, cortar lenguas, mutilar extremidades, algunos de los cuerpos sin vida eran encontrados aún con un ligero calor de vida que poco a poco se desvanecía. Después de que su obra maestra de muerte estaba terminada dejaba los cuerpos descaradamente abandonados a la orilla del camino, eso era su más significativo sello personal.

Luego sin que nadie lo supiera iba a la orilla del lago a consumar las huellas de sus pecados así mismo consumía el éxtasis de emociones que le invadian después de concretar una vida para saciar su venganza.

Pero vez tras vez la caperuza seguía tiñendose de colores, partiendo de un rosa pálido a un rosa pastel y así sucesivamente hasta llegar al punto máximo dónde ya la caperuza era de un rojo carmín, tan intenso, propio de sus atroces actos, dándole así un nuevo nombre; nombre que aún no era conocido pero en cuanto lo fuera este resonaria por cada rincón del bosque causando pesadillas y escalofríos a cualquiera que llegaste a escucharlo, inclusive el viento llevaría aquel nombre impregnado ante la presencia del aroma de sangre fresca brotando del cuerpo sin vida de algún nuevo incauto, hasta el aullido de lobo llevaría consigo este nombre que si bien no daría tanto temor siendo nombrado por alguien que no conoce la verdad tras este, sería un nombre como ningún otro y este nuevo llamado sería “caperucita roja”

Una nueva cara del terror para la raza de lobos que ahora para sobrevivir formarían una resistencia para prevalecer en los terrenos del bosque que se negaban a abandonar o al menos no sin antes dar una lucha por el.

Sin embargo no sabían que para la chica su motivación nunca fueron las tierras y mucho menos el poder... Sus ambiciones fueron la venganza de un sentimiento que no entendió hasta aquel traumático episodio. Episodio que marco a todos para siempre.

Pero hasta que todos conozcan su nuevo nombre, la pequeña asesina seguirá mostrando ante la sociedad su bondad y dulzura haciendo así de su parafilia algo oculto e insospechado.

La Caperucita era blanca [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora