La Caperucita era blanca [Completa]

• Había una vez •

Hace algún tiempo cuando caperucita aun era una niña a las profundidades del bosque entro, para poder cumplir la misión de llevar una canasta con comida para la abuela, en su camino se encontró con un lobo que inesperadamente le habló, su voz era áspera y este peculiar canino con intriga exclamo:

—¿Adonde es que vas con tanta prisa, pequeña niña?—.

La chica con desconfió guardo silencio, su madre le había advertido de nunca hablar con extraños y la pequeña estaba convencida de que eso incluía a extraños lobos parlantes. Sin embargo está no era la primera vez que que se topaba con un lobo parlante y sabía de memoria lo que pasaría si se quedaba a charlar con el, así que apresuro el paso, el lobo impaciente por escuchar respuesta insistió aún más en su pregunta, pero cuando nuevamente no obtuvo ninguna respuesta por parte de la niña el canino se molesto mucho con la pequeña infante y tanta fue su molestia que en un ataque de irá la tomo fuertemente del brazo, motivo por el cual la pequeña niña por primera vez en su vida sintió un miedo tan profundo que le recorrió todo el cuerpo haciéndo estremecer cada filamento de su pequeño ser y en medio de la angustia lo único que pudo hacer fue llorar, el lobo por otra parte se aferró aun más a que la niña le respondiera y dijo:

—Esta es la última vez que te lo pregunto ¿A donde vas con tanta prisa?—.

La niña paralizada por el miedo se limitó a no contestar, el lobo aun mas irritado la arrastro fuera del camino con tanta agresividad que la niña lloro aun mas fuerte, soltando amargos sollozos, grito con la esperanza de que alguien la escuchara y fuera en su ayuda pero nadie la escucho...

En ese momento ella se dió cuenta de que en esta ocasión no habría leñador que viniera en su ayuda y que el príncipe de brillante armadura que derrota a la bestia en realidad no existía.

El lobo seguía forcejeando a la infante con tal brutalidad que ella dejo caer su canasta y el vino que la madre siempre empacaba para la abuela se derramó sobre el pavimento, donde la botella se rompió una mancha roja marco el pavimento, mancha que no saldría con facilidad.

Sin embargo el pavimento no sería la única cosa que quedaría  manchada de rojo...

***

—N-No hablo con extraños—Dijo Caperucita con un hiló de voz que apenas y pudo salir por su boca, fue un murmullo tan débil e inaudible que el lobo ni siquiera pudo escuchar...