☽ Del frío de Noviembre y otras excusas para besarse ✰

A last smile and regrets from the past

Lo que Harry, Hermione y Ron piensan de Remus y Sirus. 

Y lo que Remus y Sirius piensan que Harry, Hermione y Ron piensan.

Harry puede notarlo. Hay algo en sus miradas, bajo las arrugas prematuras de Remus y el cabello ondulado de Sirius. Algo que Azkaban no pudo tocar, se siente como si debieran tratarlo con delicadeza y Harry no sabe para dónde mirar cuando su padrino se inclina un poco hacia a adelante y con una sonrisa perruna llama la atención de Remus que desayuna con tranquilidad. 

Hermione también lo nota. Se da cuenta un día que baja a desayunar antes y entra en silencio en la cocina, Sirius y Remus están riendo, el padrino de Harry apoyando la cabeza sobre el hombro del licántropo, recibiendo un beso en la sien de parte del antiguo profesor, ella retrocede un poco; espera que las risas se extingan y vuelve a entrar haciendo más ruido está vez. Los dos están más tensos, pero Hermione no pregunta. Ellos tampoco mencionan nada

Ron es capaz de notarlo, incluso. Lo ve en la manera en cómo Remus cae de rodillas después de que Harry vaya en busca de Bellatrix, en como las lágrimas del licántropo lo hacen sacudirse violentamente; su cuerpo moviéndose dolorosamente entre los sollozos. No hay un funeral para Sirius, pero Harry, Tonks y Remus permanecen de luto. Cada uno a su manera, y aunque sabe que a Harry le duele no puede evitar notar que le hace falta brillo a los ojos de Lupin, como si le hubieran quitado algo.

Remus sabe que lo saben. Sabe que Harry notó las miradas que Sirius le dirigía, sabe que Hermione los vio ese día en la cocina, sabe que Ron estuvo allí cuando lo golpeó la realidad de que Sirius estaba muerto. Es perfectamente consciente de que los tres adolescentes lo saben, pero no quiere hurgar en la herida, es mejor dejarla sanar. Le hubiera gustado que las cosas fueran diferentes.

Sirius tiene un pequeño momento de claridad mientras cae a través del velo. Ve a Remus, a lunático, correr hacia Harry, el cachorro de James; sostenerlo. Y piensa que por lo menos su última visión es la de las dos personas que más ama en el mundo, en esos segundos eternos alcanza a ver el cabello negro de Harry y el castaño de Remus junto a dos pares de ojos que lo miran reclamándole que no se vaya. Quisiera tirar hacia ellos pero hay una fuerza que le jala hacia abajo, obligándolo a soltarse de su propia vida. Decide que si es la última vez que lo verán, lo verán con una sonrisa en el rostro. En el último segundo, antes de alcanzar a oír la voz de Regulus y James llamándolo, tira de las comisuras de sus labios y les regala una sonrisa final a Harry y Remus.