'I think I fucking love you'

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O cómo Sirius descubrió que Remus John Lupin era el amor de su vida.

Lo primero es una maldición porque cómo va a ser de otra manera cuando estás a puertas de una guerra, sin embargo aún no son soldados en ella, no. Sirius vive otra guerra, la guerra de ser un desterrado de su linaje, pero puede soportarlo; lo que no soporta es la manera en que Lucius Malfoy, ese hurón asqueroso, le lanza una maldición a Remus y podría pasarlo, Remus es un buen duelista que puede defenderse, si la luna llena no hubiera sido un par de días atrás. La maldición lo toma desprevenido y le da justo en el pecho al licántropo, Sirius lo ve colapsar en el suelo, el cabello desordenado como un halo en su cabeza, la sangre como flores nacientes en su camisa; Lily, al otro lado del pasillo, grita cuando encuentra el cuadro que Sirius acaba de ver ser creado. 

Lo segundo es un castigo. McGonagall es suave esta vez, a penas media semana limpiando trofeos en lugar de los dos meses ayudando a Filch a limpiar la lechuzcería que Malfoy debe hacer; pero Sirius no siente esa media semana, no la siente porque puede escabullirse a la enfermería mientras Madame Pomfrey está distraída y velar el sueño de Remus hasta que es casi el amanecer y su amigo despierta para echarlo. En resumen, no la siente porque puede asegurarse por si mismo que Remus está bien. Que lo está, la maldición estaba mal conjurada, Remus se desplomó por el peso de la magia en su cuerpo debilitado y sangró por las heridas recientes, no porque Malfoy tuviera las neuronas suficientes para lanzar un hechizo decente.

Lo tercero, como no podía faltar, es una pelea. Esta vez es entre Remus y James, Potter le reclama que se está robando a Lily, lo cual es una idea estúpida a los oídos de Sirius si alguien se está robando a otra persona es esa pelirroja, ella es quien se está robando a Remus... Y James, claro, se los está robando a los dos. Y a Sirius le importan ambos, no por igual, pero le importan. La discusión continua durante el almuerzo, las clases, la cena y James no se cierra el hocico hasta que Marlenee le lanza un pedazo de puré de papas a la cara diciéndole que Lily saldrá con él si deja de joder los oídos de todo Gryffindor con sus quejas. A Sirius no podría darle más igual la cara de idiota con puré de James, le importa más la risa suave que pone Remus  ante la situación.

Lo cuarto es Remus tras la luna llena siguiente, vulnerable apoyado contra su pecho mientras James le cura las heridas de la espalda y Peter hace de enfermera alcanzando cada poción necesaria. Sirius tiene el privilegio de poder ver el rostro sudoroso de Remus, la mirada llorosa de pupilas dilatadas clavadas en la suya; y sabe que daría su vida por quitar el dolor de esos ojos, Sirius volvería a soportar cada golpe, latigazo, maldición y castigo de Walburga si con eso quitara la maldición de Remus. James y Peter se van en cuanto terminan con las heridas, pero él se queda junto al licántropo.

''Vete de aquí'', eso es lo quinto. Su voz deslizándose en la escasa luz del alba, temblando por la aparición de las primeras lágrimas de dolor y frustración.  ''Sirius, quiero estar solo''

''Lo que quieres es deprimirte'', presiona limpiando las lágrimas de Remus, una capa de tierra de mezcla con ellas corriendo la suciedad por el rostro pálido, Sirius besa esos parches haciendo reír a Remus, lleva un par de meses repitiendo esa acción después de la luna llena. Remus se calma ante el gesto cada vez. '', no te voy a dejar hacerlo'', y cuando el licántropo se vuelve a apoyar en su hombro riendo, Sirius se da cuenta.

Creo que estoy jodidamente enamorado de tipiensa  y duele porque a la mañana siguiente tiene al chico del que se ha enamorado sentado frente suyo y no puede hacer más que verlo reír de los comentarios de Lily y James.

☽ Del frío de Noviembre y otras excusas para besarse ✰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora