Cambiaste mi mundo,pero encontraste tu infierno

Capitulo 1

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En la estación de radio "Luisiana soul radio", llegó el locutor más famoso de Nueva Orleans Luisiana. Todas las mujeres se vuelven locas por su voz, tan única que en ocasiones te llena de verdadero terror y en otras de tanta paz como un precioso día de campo...aunque para todas sus admiradoras, él era un hombre inalcanzable y tenían muchísima razón.

Para él, el amor solo era una estupidez que envolvía en la locura a las personas que lo padecían, una enfermedad pasajera y repugnante. El no conocía aún a la mujer que tocara ese corazón tan frío como el hielo, tan duro como las piedras, pero tan inalcanzable como el mismo cielo o siendo realistas el infierno.

¿Cómo podría opinar sobre el amor si nunca lo ha experimentado?

Otro día repleto de noticias interesantes, ¿verdad querido amigo? -cuestiona el locutor de cabello castaño y piel morena a una sombra que se oculta en la esquina más oscura de la pequeña cabina- Conciertos, publicidad de nuevos locales próximamente quebrados, propuestas de trabajo con sueldos miserables, cartas de amor escritas por mis admiradoras secretas... -lanza los sobres en una funda cerca al sesto de basura y organiza los demás papeles repletos de comunicados sobre su escritorio- y asesinatos cometidos en la noche siendo la mejor sección de todos los periódicos que me llenan de vitalidad – se sienta con cuidado en aquella silla de madera oscura, acomoda con prosa sus lentes y se coloca sus audífonos que le aíslan del ruido cotidiano-

¿Estás listo Alastor? – lo observan desde el gran ventanal que separan su santuario del mundo inmundo de los humanos su colega encargado de la música, transmisión y llamadas en su programa-

Así es mi querido amigo, es momento de que tu servidor alegre la mañana sombría de todos los ciudadanos en Luisiana -con su característica gran sonrisa observa aquel viejo y oxidado micrófono desde donde su melodiosa voz inunda las calles, viviendas y corazones de la ciudad-

Porque como en todo escenario de teatro el espectáculo debe continuar... ¿No es así, querido lector?

Entramos al aire en 3...2...1... -se enciende el gran letrero de "Al aire" en sus característicos tonos rojos que llenaban de alegría al locutor-

¡Muy buenos días mis queridos radioescuchas! – el clásico sonido de aplausos y vitoreo grabados se escucha de fondo después del saludo del castaño- De nuevo se encuentra al habla su fiel amigo, ¡Alastor el dios de la radio! – una gran sonrisa se apodera de su apuesto rostro y golpetea la mesa con sus dedos en compas- Como saben, me ausente la semana pasada por temas personales que urgían mi atención y que finalmente logre completar para volver a ustedes... -sonidos de sorpresa y felicidad inundan el lugar- Pero bueno, retomemos el trabajo y empezaremos a mencionar las noticias más importantes del día -sostiene uno de los periódicos populares en sensacionalismo para comunicar sobre lo mas devastador- En las ultimas noticias del día, los oficiales nos informan que encontraron a otro hombre asesinado en una de las calles principales de la ciudad... - lentamente la sonrisa se amplia a la vez que su sombra se vuelve tétrica como la de un wendigo mientras cierra sus ojos- Así que piden a toda la ciudadanía que permanezcan en sus hogares cuando la noche llegue y por nada del mundo salgan de esta... -un poco de silencio inunda el lugar- mi mas sentido pésame a las familias afectadas y mis más sinceras condolencias por su perdida -una risa silenciosa se le escapa al locutor- es momento de una pausa con algo de música alegre y volveremos recargados para continuar con el programa.

Desde el otro lado se apaga el micrófono de la cabina permitiendo al castaño dejar escapar una pequeña carcajada al recordar el miserable rostro por parte de aquel miserable pecador, porque si, todos somos pecadores al llegar a este mundo y supuestamente nuestras acciones nos vuelven puros o impuros. Las suaves notas de Jazz empiezan a inundar la habitación, al ritmo de esta los dedos del locutor chasquean y sus pies golpetean la madera casi podrida por mal mantenimiento de las instalaciones.