Esa Maid, Observando

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No hubo comentarios, así que responderé lo que quiera y voy a plantear aún más dudas *inserte risa malvada*

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Nuestro camino fuera del cementerio estaba lleno de risas y trivialidades, no hablamos de nada serio, ambos estábamos felices, y ninguno quería arruinar la atmósfera que nos rodeaba.

Era una calma y una paz que no había tenido en siglos, como si nada malo pudiera pasar

Llegamos a Londres, y allí, a la cafetería más famosa del lugar, la larme du Diable*, Ciel y yo éramos lo suficientemente reconocidos por nuestras respectivas empresas, lo que nos consiguió una mesa en uno de los apartados VIP, además de acceso a todo el menú de postres sin restricciones.

- Ordena lo que quieras - el Conde me tendió la carta que nos habían traído, después de darle un vistazo, me decidí por un postre icónico e irónico para nuestra conversación futura.

- Traenos un pastel Diablo, y de tomar un té Earl Grey, por favor, si alguien pregunta, ninguno de nosotros está aquí, que nadie nos moleste, nuestros mayordomos irán por el pedido cuando este listo, eso sería todo - el camarero se fue, no sin antes hacer una ligera reverencia.

- ¿No crees que fuiste demasiado brusca? - a pesar de que la pregunta debería ofenderme, el hecho de que Ciel aguanta la risa frente a mi no permitía que ningún sentimiento negativo me albergará.

- Melody, saca el ajedrez, como todos los interrogatorios que hemos tenido, no pueden ser sin un juego de ajedrez, ¿no le parece Conde? - mi maid obedecía mientras yo le sonreía al peliazul.

- Ciel, señorita (T/N) - el mencionado se oía ligeramente molesto.

Y a mi me encantaba molestarlo

- Blancas inician Ciel -

- ¿Qué tanto conoces a mi familia? -

- Conozco a los Phantomhive desde la generación de tu abuelo, es más, yo misma hice el anillo que ahora portas - el Conde se mostró sorprendido.

- ¿Por qué? -

- Ese anillo no solo demuestra la "correa" de los Phantomhive, si no que también es un rastreador eficaz, me gusta saber donde están, ya que como te dije antes, ustedes suelen estar en peligro casi constante, así que nunca está de más permanecer cerca de ustedes - mi sonrisa era de nostalgia, era lindo y doloroso recordar a su familia.

- Cuando conociste a Sebastian, ¿fue cuando ya eras princesa, o fue antes? -

- Conocerlo como tal, hasta que fui princesa, aunque extrañamente, recuerdo haberlo visto varias veces antes de eso - el mayordomo solo sonreía - Más tarde le pregunté a mi padre, el cual me confesó que hizo que Sebastian me siguiera para no perderme de vista después de mi muerte -

- ¿Necesitaba tu cuerpo para convertirte en princesa del Inframundo? -

- Pocos lo saben, pero cuando una persona con tanto sufrimiento en su vida muere sin haberse suicidado, los ángeles buscan su alma, ya que después de todo lo ocurrido, su alma se vuelve extremadamente pura; los demonios las buscan ya que de estas almas nacen los príncipes del averno, intentando darles una mejor vida - hice una pequeña pausa, el recuerdo estaba demasiado fresco aún - El hecho de que uno de los demonios de mayor rango me estuviera siguiendo alertó a los ángeles, los cuales decidieron mandar a un arcángel por mi alma -

Condes malditos (Ciel y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora