El Bibliotecario

LLEGADA

Mientras pensaba que cuento leería esta vez, un joven bibliotecario ordenaba los libros dejados, hasta que se abre la puerta rápidamente.

-Señor bibliotecario, necesito su ayuda.

-Mi señora, un gusto verla por aquí, a que le debo su presencia.- saluda haciendo una reverencia.

-Me olvide que mi esposo me había ordenado llevar las armas de los antiguos héroes a la sala del trono, esto es un secreto así que no le digas a nadie.

-Me lo llevare a la tumba.

-Se esta haciendo un hechizo de invocación para traer a nuevos héroes para que nos defiendan.

-Ya veo.

-Entonces, necesito las armas para ellos, puedes sacarlas.

-Sí, mi señora, enseguida.

El bibliotecario se dirige hacia un enorme librero, moviéndolo con un libro revela una puerta secreta.

-Necesita su llave, mi señora.

-Cierto.

Usando un circulo de magia la puerta se abre, dando a mostrar un cofre.

El bibliotecario se acerca y lo abre mostrando varias armas de todas formas.

-¿Cuáles necesita, mi señora?

-Dame todas, aún no sabemos que trabajos tienen los héroes.

-Sí, mi señora.

El bibliotecario se va la puerta y llama a unos guardias para que se lleven las armas.

-Espero verla nuevamente, mi señora.- otra reverencia.

-No se olvide mi pedido, señor bibliotecario.- dice eso antes de desaparecer tras la puerta.

Cogiendo un par de libros y guardándolos en su maleta se dispone a salir cuando las puertas se vuelven a abrir, pero esta vez de golpe.

-Mi príncipe, bienvenido.- saluda con reverencia.

-Repugnante.- dice antes de taparse la boca con un pañuelo. –aun no entiendo cómo puedes ser el bibliotecario real.

-Todo fue gracias a mi señora.

-¡Cállate! No te pedí que me respondieras.

-Discúlpeme.

-Como sea, quiero el libro de magia de viento de alto nivel.

-Tengo entendido que su nivel en el arte de...- el príncipe sacando su espada apunta al bibliotecario.

-No te pedí que hablaras, te pedí el libro.

-Discúlpeme otra vez mi príncipe, enseguida.

El bibliotecario va hacia otro librero, buscando el libro, al no verlo va hacia su escritorio buscando en el libro de registro.

-Mi príncipe, no puedo darle el libro ya que fue retirado por el mago de la corte hace un par de días y aun no lo ha devuelto.

-Maldito, sabía que haría eso.- dice el príncipe pateando un librero cayendo varios libros.- bibliotecario, una vez lo devuelva envíalo a mi cuarto.

-Sí, mi príncipe.- dice haciendo una reverencia.

-Y limpia este desorden.- dice antes de retirarse.

Recoge los libros tirados y los empieza a ordenar, cuando una vela cercana se enciende.

-Veo que me estoy haciendo tarde.