End Game. [stucky]

4

En medio de su prematura celebración por haber conseguido que todo regresara a la normalidad, el complejo es súbitamente atacado con una lluvia de proyectiles, quedando reducido a un cúmulo de rocas.

—Hey, Cap ¡Despierta! —Tony grita, arrodillado al lado del cuerpo inconsistente de Steve, haciendo que reaccione.

—¿Qué pasó? —preguntó mientras se levantaba del suelo, sosteniendo su cabeza por el dolor. Todo a su alrededor eran escombros ¿quién les abría atacado?

—Vamos. —Stark, con su armadura, le ayuda para salir de entre los muros caídos y el fuego, encontrándose a Thor en el camino.

—¿Alguien sabe qué pasó? — pregunta, mirando a todos lados en busca de los demás. Estuvo por preguntar por ellos, pero sus palabras se congelan cuando ve ante ellos a Thanos.

Sin tiempo para respuestas o más preguntas, el trío de super héroes se prepara para la obvia batalla contra este nuevo Thanos.

Steve, Thor y Stark se enfrentan al Thanos del pasado, quien había llegado hasta ellos gracias a una falla en la Nebula de su presente, atrapándola y desarrollando su nuevo plan.

Ahora será más extremista, pretende destruir con las Gemas del Infinito el universo entero, para así crear un nuevo universo con nuevos seres vivos que no recuerden lo que sucedió en el pasado.

En medio de la lucha, Steve demuestra ser digno de levantar el Mjolnir de Thor, usándolo para contraatacar al titán. Sin embargo, Thanos prueba ser demasiado fuerte para los tres, consiguiendo derrotarlos.

Thanos finalmente convoca a su ejército, pero cuando todo parecía haber terminado, inesperadamente se abren múltiples portales de diferentes partes de la Tierra y el universo, de donde salen los demás Vengadores resucitatos; además de Stephen Strange junto con los Maestros de las Artes Místicas liderados por Wong, el ejército de Wakanda dirigido por T'Challa, los Guardianes de la Galaxia, el ejército de Nuevo Asgard liderado por Valquiria y la armada de los Devastadores.

Carol Danvers también se une a la lucha, derribando la gigantesca nave de Thanos.

En medio de todo eso, felices de tener a sus amigos de regreso, Steve sólo puede buscar a una persona entre la multitud. Y cuando la encuentra, corre a su lado.

—Estas aquí. —susurra sin poder creerlo, tomando el rostro de Bucky entre sus manos.

—No te rindes nunca ¿verdad? — Barnes sonríe, haciendo que el pecho de Steve duela, pero de algo totalmente contrario a la tristeza.

—Nunca. —jalando a Bucky hacia él, Rogers cierra el espacio entre ellos con un beso que Barnes no está dispuesto a negar. El beso esta cargado con un enorme sentimiento de anhelo, necesidad y alegría.

—Gracias. —Bucky sonríe cuando se separan, feliz de poder volver a ver a Steve y de sentir sus labios.

—Esto es hermoso y lamento arruinar el momento, pero aún estamos en medio de una batalla. —Sam les interrumpe, acercándose a ambos para señalar el ambiente en el que están. Ambos hombres ríen, alejándose un poco.

—¿Listo? —Barnes pregunta.

—No hagas nada tonto mientras no te veo.

—¿De qué hablas? Si yo siempre estoy cuidando tu espalda.

Los héroes luchan contra el ejército invasor, intentando evitar que Thanos se apodere de las gemas, mientras tratan de devolverlas al pasado. Pero desafortunadamente, el titán destruye la furgoneta de Scott, el único medio que quedaba para viajar en el tiempo y regresarlas.

En medio de todo el caos, Thanos consigue apoderarse del guante electromecánico con las gemas. Inesperadamente, Nebula aparece, luchando con su padre en un intento desesperado por quitarle el guante.

Thanos la derriba, pero contra todo pronóstico, Nebula había conseguido arrebatarle el guante cuando la lanzó lejos.

Salvando al universo de la destrucción, Nebula chasquea los dedos, reduciendo a todos los enemigos a cenizas. Sin embargo, la energía liberada de las gemas es demasiado potente para ella, lo que causa un daño irreparable.

Corriendo hasta ella, Gamora la atrapa en su caída, sosteniéndola fuerte entre sus brazos, donde muere pacíficamente.

[...]

—James ¿Ya despertaste? — Murmura Joss desde su lado en la cama, intentando ver sobre el hombro de su hermano.

—No quiero hacerlo hasta que papá regrese.

—Si, yo tampoco, pero ya no puedo dormir. —confiesa el pequeño niño rubio, haciendo un ligero puchero por su frustración.

—Yo tampoco. —admite James, sentándose en la cama. —¿Cuando crees que llegue?

—Espero que pronto.

—¿Todo abra salido bien?

Hay un pequeño silencio antes de la respuesta. —No lo sé.

Desanimados, los niños bajan la mirada, intentando mantener la fe y esperanza en su padre y amigos.

Un toque en la puerta de la habitación les alerta de que alguien está allí y cuando suben la mirada, es Steve.

—¡Papá! —ambos niños saltan en la cama y se ponen de pie sobre ella, atrapando a su padre en un abrazo cuando este se acerca lo suficiente.

—¿Se portaron bien? Les extrañe.

—Nos portamos bien. ¿Cómo te fue a ti? —Joss pregunta y hay un brillo en sus ojos que demuestra la esperanza de buenas noticias.

Bajando la mirada, la mueca de tristeza en el rostro de Rogers preocupa a sus hijos.

—Papá ¿Qué pasó?

Steve no sabía cómo decirles que habían perdido a Natasha. Sin embargo, no todo era malo.

—Primero quiero que conozcan a alguien. —dijo, dejando a los niños en la cama mientras él se levantaba y salía un poco de la habitación. —Es un buen momento para que se vean al fin.

Apareciendo detrás de Steve, con el corazón en la garganta y un nudo en el estómago, Bucky Barnes ve a sus hijos por primera vez en años. La última vez había sido antes de salir a la batalla en Wakanda, cuando sólo eran unos bebés recién nacidos.

En cuanto los ve, las lágrimas que tanto había contenido se desbordan quemando sus mejillas. Y cuando los niños saltan de la cama y corren hacia él, cae de rodillas para recibir el mejor abrazo de su vida.

—Han crecido tanto. Los extrañe mucho. —dice a duras penas, abrazando con fuerza y cuidado a sus hijos. Los niños, a diferencia de él, no pueden decir nada, llorando sin parar. Mirando a Steve por un segundo, Bucky sonríe y dice de forma burlesca: —¿Estas llorando, Rogers?

Cuando todos se calman y los niños se separan, las preguntas nunca se detienen. Pero hay tiempo para responder y reponer el tiempo perdido, porque ahora están juntos nuevamente y nada va a impedir que siga así por un largo tiempo.