Cap6. Epílogo: "Lo que Necesito"

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La pareja se iba besando por los pasillos casi desenfrenadamente, él la tomaba con un par de brazos. Madi intentaba trepar por él, y que la sostuviera de las caderas, demostrando sus ansias. Y aún así enfrascados, querían avanzar por los pasillos, llegar a destino. Esto era una muestra menos privada de deseo, de ansiedad, la noche se había hecho un poco larga. Finalmente como pudo Angel llegó a la puerta de su habitación. Cómo podía intentaba girar el picaporte puesto que Madelaine trepada de él, lamía su cuello y con sus uñas hacía cosquillas en su piel. Finalmente entre risas la muchacha descendió y entró a la habitación, la puerta abierta. Ella Tomó aire y le dio respiro a su amante para contemplar la habitación, mientras Angel trabada la puerta tras de ellos.

Madelaine parecía sorprendida.

- Es más ordenada de lo que imaginé - remarcó entretenida.

- Je, está demasiado ordenada para mí gusto hoy. Vaggie y Niffty insistieron en ordenarla antes que vinieras.- admitió él tratando de reír del asunto pero en realidad algo avergonzado.

- ¿Lo hicieron? Eso es dulce....-no había ironía en La voz de Madelaine pero aún así él se sintió aún más avergonzado. Ella se giró a él con la camisa a medio desprender y junto un par de las manos de Angel con las suyas, acercándolo a ella - siento que no eres el único que me consiente esta noche. - le susurró casi ronroneando.

Angel solo respondió a ese ronroneo sonriendo entrecerrando los ojos e inclinándose para besarla y con dos de sus manos ascendió por sus piernas por debajo de su falda por el frente y por detrás. 

Pocos segundos después ya estaban sobre la cama de Angel, entre besos y caricias. Atrevidos y explorandose, pero a la vez ni siquiera desnudos, sin pausa pero sin prisa Sus jadeos y gimoteos una muestra silenciosa de aprobación, deseo y placer hacia el otro. Y aún así entre los dos seguía habiendo un aire de nerviosidad. El deseo era claro, pero como si fueran dos jovencitos en una primera vez, parecían intentar estar seguros de que cada lujurioso gesto era en la justa medida y forma del de lo que el otro deseaba. 

Era extraño, habiendo estado juntos en los sets y en la fugaz pero intensa despedida en un callejón de una calle al final de la tarde de su primera cita, y en cada encuentro ninguno tenía más que halagos por lo logrado por el otro. Pero ahora solos, en un lugar íntimo y tranquilo y con todo el tiempo del mundo ( o al menos de la noche) de pronto de vuelta estaban queriendo descifrarse. Quizá era en parte que los prostitutos estaban más acostumbrados a que sus clientes tomen el control para lo que deseaban, o percibir en sus miradas o formas como deberían actuar. Ninguno de los dos le costaba tomar la iniciativa, pero esto era diferente. Ambos querían complacer al otro queriendo ver el ritmo que el otro dictaba. 

Quiza era la diferencia con lo habitual en lo que solian haber tenido en sus vidas, Angel no solía estar con mujeres después de todo y si lo hacia no era que le importara tanto, como si eran este caso. Madelaine sabia lo mismo, y si bien había visto todas las películas de la estrella porno, eso no le decía si todo lo que Angel hacia o se dejaba hacer en ella era realmente lo que de corazón le gustaba.

 Aun así, poco a poco la mente de Angel se ahogaba en el sonido de la respiración y los jadeos de Madelaine. Las caricias por su piel, el suave cosquilleo que desataba con su lengua en su cuello, el olor de su perfume y el sabor apetitoso de su suave y cálida piel. Eso y la fricción húmeda de sus caderas ya pegadas a las suyas. En ese momento, Angel, rendido bajo ella acostado, mientras ella estaba sobre sus caderas, la dejó hacer a su antojo casi completamente pasivo y cerrando los ojos. Pero en ese momento, ella se frenó besándole la frente. Le susurró, "Tengo una sorpresa" estirándose a su bolso que estaba al costado de la cama. Buscó en el fondo de él, mientras Angel demandaba más cariños acariciando y besando entre su estomago, cintura y muslos, desde abajo, ella sacó una lonchera envuelta en un pañuelo.

Hazbin Hotel - Vs. SeriesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora