Tercera página: Visage sale.

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Llegué a casa, tomé unas copas de ron y me senté en el mueble blanco de aquella sala.
Tras de el, me encontré con esa gran esfera plateada que ilumina la noche y por un instante un recuerdo escondido cruzó por el reflejo de la ventana.

Un recuerdo que podía haber evitado, pero los tragos que había tomado me hicieron recordarlo mas claramente.

Era una noche bastante parecida a esta, marcada por frases que en ese instante perforaban una y otra vez mi subconsciente.

La lluvia caía desde mis ojos sin detenerse y parecían no tener fin, eran 3 carreras y media de agonía que aun a pasos agigantados el trayecto se volvía aun mas extenso y las palabras dolían un poco mas a cada paso dado.

Llegué al destino de ruta y todo estaba mas opaco de lo habitual, la puerta se abrió sin siquiera tocarla como si supiera lo que estaba pasando, pasé el vestíbulo sin parpadear y llegué mi habitación.
No quería hablar, ni escuchar a nadie, solo quería cerrar los ojos y que esta pesadilla termine. Y para mi suerte, no era un sueño.

Empecé a imaginar que relataba la historia y como un suspiro se me escaparon las palabras, salían una tras otra sin contenerse, hasta que escuche decir.

"No es tu culpa".

Pero quien dijo eso?. Mi imaginación había llegado a tal punto de hacerme hablar solo.

Por un instante abrí los ojos y ahí estaba, una acompañante silenciosa que solo posaba su palma sobre mi cabeza.
Hizo la pregunta oportuna y mi respuesta la dejo sin palabras.
Me estaba atormentando por algo que no me pertenecía, pero la desilusión me abordaba, me culpaba de no haber evitado algo que jamás pensé que ocurriría.

Se mantuvo mas de una hora ahí sentada, escuchando todo lo que quería sacar y ella decía las palabras que un joven necesitaba escuchar.
Cuando el silencio nos invadió, se acercó a mi, me dio un cálido abrazo y beso mi frente.

En ese entonces tenias solo 2 años mas que yo, bueno... hoy en día sigues siendo 2 años mayor.
Cuando recuerdo aquella vez aun siento tu mano sobre mi cabeza, recuerdo tus palabras y tu beso en mi frente, los guardare conmigo siempre.

En momentos de oscuridad estamos en todo nuestro derecho de permanecer aislados, pero a veces necesitamos un poco de compañía para poder salir de situaciones así. Quizás la soledad sea buena acompañante, pero en este mundo sombrío nadie planea quedarse solo. 
Solo recuerda, siempre esta la familia.

Desperté con un fuerte dolor de cuello y una resaca horrorosa, mis primeras palabras fueron.

"No vuelvo a beber nunca más".

Di la vuelta y ahí estabas, reposada sobre el marco de la puerta riéndote a carcajadas de mi esperpento, burlándote como siempre lo hacías y como siempre yo no me quedaba atrás, o eso fue lo que imagine. 
Y en ese momento te extrañe, extrañe esa inyección en mi mano, extrañe que me defiendas como cuando era niño, extrañe una palmada en la espalda y extrañe ese abrazo tierno. 

Quien diría que no tenemos mucho en común y para ser sinceros casi nada, pero compartimos detalles especiales que siempre los tengo presente como esa despedida en la que no nos pudimos despedir, un abrazo oportuno y cinco dolares. 

Te Quiero CaraSucia.
Te Quiero hermana.

A Menos De Un Paso.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora