Especial 2/7

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Pedido: Jae_forge (2da parte)

Mark

Estaba sentada viendo televisión en mi departamento cuando recibo una llamada de él, sabía para que me llamaba, lo sabía perfectamente. Dios, no sabría describir lo jodido que era ese tipo, todo él me excitaba, la manera en que nos conocimos, la situación en la que estábamos, todo era jodidamente excitante.

-Estás libre?.-dijo con una voz firme y ronca.

-Vaya, te has olvidado de mi 2 semanas y ahora vuelves de la nada. Sr Tuan, tendré que decirle que no esta vez, no soy un estupido juguete suyo.- Dije con relajo.

Tengo que admitir que me abrumaba la situación en la que nos encontrábamos y me enojaba que me usara cuando se le diera la puta gana. Sentía más que atracción hacia él y no entendía qué era, pero estaba segura que era un sentimiento que habíamos acordado que nunca sentiríamos el uno al otro.

-No me vengas con tus juegos ahora, te veo en tu departamento.- cortó.

Y así sin más me dejó en blanco, tendría que ordenar el departamento lo más rápido que pudiese hacerlo y aunque sea ducharme y arreglarme un poco.

Okay, explicaré mejor nuestra situación. Al Sr Tuan lo conocí en un viaje de negocios, su empresa firmaría con la nuestra para seguir un proyecto muy grande. Me tiraba miradas seductoras, sonrisas cómplices y un montón de insinuaciones que eran obvias de lo que quería. Nos acostamos un par de veces, yo era su amante, porque sí, era casado, un anillo de bodas rodeaba esos perfectos dedos largos, que uff, te hacían tocar el cielo en solo segundos.

Pusimos una regla antes de seguir con lo nuestro, "ninguno se tendrá que enamorar del otro", porque no era más que un juego, un juego sucio pero placentero. Ambos aceptamos eso y ahora llevamos 3 años escondiendo esto. Era excitante saber que nos podían pillar...o bueno su esposa. Mark no tenía hijos, nunca quiso tenerlos con su "mujer", a él lo habían obligado a casarse, más que nada por negocios de familias amigas, por eso recurrió a mi, una amante sexy, como solía decirme.

Mark era 6 años mayor que yo, él tenía 29 y yo 23. Okay, puede que la diferencia de edad sea "mucha", puede que ya se convierta en un hombre de 30 años, pero tenga los años que tenga se ve muy joven a lo que debería aparentar, además es muy sexy, su voz, sus labios, sus ojos rasgados que eran lo que más me volvían loca, porque con solo una mirada te podía matar.

Me estaba duchando cuando escuché la puerta principal abrirse, mierda, se me había olvidado que tenía copia de las llaves de mi apartamento. Escuché el televisor prenderse, imagino que se dignó a esperarme, así que apresure mi ducha, me seque y salí casi corriendo a mi habitación. Me puse ropa cómoda y me maquillé un poco, algo así como maquillaje natural y me fui al living donde se encontraba él viendo un partido de fútbol en la televisión y a su lado tenía un par de maletas grandes. Me senté junto a él y ni siquiera se dignó a mirarme, estaba callado, no decía nada, me estaba abrumando de que estuviera tan callado, así que le hablé.

-A qué viniste?.- dije mirando la televisión.

-Ah, hola.- dice sin despegar la vista de su partido de fútbol.

En serio? Solo había venido a ver un partido de fútbol que también lo podía ver en su casa? Ya me estaba enojando.

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