Capitulo 92: Que te crees tu eso

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     Pov Beatriz:

     Fui al baño para darle a James el desmaquillador porque lo intentó con agua y no hubo forma.

     - Ahora mismo así me recuerdas a mi una vez que fui de fiesta y no volví hasta las siete.

     James - Jajaj, bueno ahora lo importante es el tema de Natalia.

     - Pero ¿es qué esa tía no nos va a dejar en paz?

     James - Me da a mi que no.

     - Pues hay que hacer algo ya, sino puede ir a más.

     James - Pero ya la has escuchado, no quiere que vayamos.

     - Ya... - James se quedó muy serio ante mi respuesta.

     James - ¿No se te ocurrirá ir?

     - ¿¿Qué?? No... No voy a ir....

     James - Bea que te conozco, no vayas.

     - Y dale, que no voy a ir, tranquilo.

     James - Vale - Fue a terminar de quitarse el maquillaje y yo me quedé pensativa. ¿Y si le hacía algo? Susana no estaba en condiciones de enfrentarse a ella pero yo si. En un descuido de Natalia le cogí el móvil y vi la hora de la quedada, así que me puse unos leggins negros, una camiseta de tirantes negra, las zapatillas y una sudadera también negra. A los cinco minutos de irse Natalia decidí irme yo.

     Carlos - ¿Dónde vas?

     - A correr un poco, necesito despejarme.

     Susana - No tardes mucho ¿vale? - Asentí y me fui. Me daba mucho palo mentirles pero era por su bien. Me escondí detrás del árbol y cuando vi la escena me quemé viva. Alicia le estaba intentando pegar a Natalia.

     - ¡¡Basta!! - Las dos se giraron y Natalia se quedó muy parada.

     Alicia - La que faltaba ¿tu qué quieres?

     - ¿Qué que quiero? ¡Qué nos dejes en paz a todos de una maldita vez!

     Alicia - Que te crees tu eso - Cogió a Natalia y la estampó contra el árbol cayendo al suelo.

     - Pero ¡¡serás hija de...!! - Aquello se convirtió en una batalla campal, yo le pegaba, ella me pegaba y entre medias pegaba a Natalia. Ni que decir tiene que acabamos las tres como un Cristo. En uno de esos momentos escuchamos una voz muy conocida.

     ? - ¡Déjalas en paz! - Me giré como pude en el suelo y vi que era Kevin.

     Nat - ¡¡Kevin!!

     Kevin - Te repito que las dejes en paz.

     Alicia - ¡No lo pienso hacer! - Kevin la agarró y se la llevó al coche patrulla.

     Kevin - Chicas, iros a casa y curaros lo que os ha hecho esta desgraciada. No os preocupéis, no vais a tener más problemas - Se fue y nos levantamos como pudimos.

     Natalia - Parecemos... como en los viejos tiempos.

     - Si, sólo que esta vez Susana no salió herida - Nos apoyamos la una en la otra y con quejidos por la paliza que nos había dado llegamos a casa.

Tres mosqueteras y cuatro dragonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora