Naruto Caballero Dorado De Virgo

~Capítulo II

~Konoha~

Mientras que los tres hermanos estaban entrenando los cuales eran observados por un clon de las sombras de los padres estos estaban en su despacho esperando a un pequeño grupo de personas para hablar con ellos.

En ese preciso instante llega al hogar del cuarto los tres ancianos para hablar sobre Naruto, llamaron a la puerta y fueron recibidos por una Kushina pensativa.

Buenas Kushina–decían los tres ancianos–venimos a una pequeña reunión con vosotros

Es un placer verlos–decía Kushina–por favor acompáñenme

Entraron al hogar y siguieron a la matriarca del hogar hasta el despacho de su marido donde estaban dos personas esperando al grupo.

Cuando entraron todos se quedaron observando a un hombre peliblanco que estaba preocupado por sus ahijados, además de no saber nada de Naruto pues cuando se decidió la forma de que lo tratarían él no estaba presente.

Dónde está mi ahijado Naruto–preguntaba Jiraiya-hace mucho que no lo veo sensei

Se lo vas a decir tú o yo–decía Hiruzen mirando a Minato–sabes que confió en él

Minato observando a todos se vuelve a su sensei y le dice-Naruto abandonó la aldea por proteger a sus hermanos y que el pueblo no los vean como el kyubi no yoko.

Pero lo que no sabían era que los tres hermanos que estaban entrenando accidentalmente acabaron en el interior de la mente del hermano pequeño y ante ellos apareció un zorro de nueve colas pero todo estaba muy oscuro.

Donde estamos–decían los tres hermanos–se ve todo muy oscuro

Seguid mi voz–decía alguien–además estáis en el interior de la mente de vuestro hermano

Quien eres–preguntaron los tres–que es lo que deseas

Soy el kyubi no yoko –decía la voz–además vuestro hermano me salvo y se hizo pasar por vosotros para que no recibieses el odio de la aldea.

Lo entendemos pero me gustaría pedirte un favor–decía Ashira– me gustaría que te pudieras dividir en dos más para así mis hermanas no pierdan tu poder

Porque debería hacerlo–decía el kyubi– como sabré que no me usaréis como un arma.

Porque nuestro camino es ayudar a nuestro hermano datebayo–decían los tres hermanos.

Observo que no decís las palabras con odio y maldad–decía el kyubi– mi nombre es kurama te importaría cambiar tu paisaje mental compañero

Encantado de conocerte Kurama–decía Ashina–te gusta más este nuevo paisaje mental la pradera con la cascada y el lago además de la casa

Es en ese preciso instante cuando brilla el zorro que ven delante a él a tres personas las tres eran pelirrojas pero dos eran chicas y otra era un chico ambas hermanas observan como las dos chicas se iban a fusionar con ellas pero antes de que esto se realizase apareció un anciano este era Hagoromo Ōtsutsuki.

Padre que haces aquí–decían las tres entidades– porque has aparecido

Veo Kurama que has encontrado alguien de confianza para poder haber creado a dos jinchurikis como tú en las hermanas de tu compañero–decía Hagoromo–además la diosa de la sabiduría necesitara de la ayuda del continente elemental