Llegaron al restaurante y se encontraron allí con los demás que ya estaban sentados en la mesa.
-Hola a todos!! ¿habéis pedido algo ya? Preguntó Castle.
-Para ti agua, dijo Esposito riéndose.
-Mmm..que gracioso.
Castle se sentó al lado de Kate ya que le encantaba estar cerca suya.
Pidieron la comida y Castle pidió el vino más caro del restaurante y como no a la primera que le sirvió fue a Kate.
Castle y Esposito ya llevaban unas cuantas copas y se pusieron a bailar y a contar chistes malos.
-Me concede este baile musa mía.
Castle cogió a Kate sin darle tiempo a responder y pegó su cuerpo contra el suyo.
Y empezó a darle abrazos y besos en la cara en vez de bailar.
-Castle.. ¿qué haces?
-Perdona pero es que tenía muchas ganas de oler tu perfume porque me vuelve lo..
Y el camarero le cortó trayendo el primer regalo, ya que el se había quedado todos los regalos para repartirlos a lo largo de la noche.
-Hola detectives y escritor, os traigo el primer regalo que es para... Katherine Beckett.
El camarero traía un gran ramo de rosas, una caja de bombones,una botella de vino y por último una cajita.
-Madre mía! Os habéis pasado chicos, dijo Kate casi llorando de la emoción.
Cuando Kate abrió la cajita se encontró una nota que ponía: para la mujer mas guapa y extraordinaria de la 12, que se merece esto y más, con cariño de tu amigo invisible.
Kate ya había empezado a llorar, debajo de la nota había otra cajita y dentro de ella había un colgante de oro en forma de corazón, se abría y tenia tres fotos: una de su madre, una de su padre y una suya.
Kate ya era un mar de lágrimas.
-Adivina quién te lo ha regalado, dijo Lanie emocionada de ver a su amiga.
Kate se levantó y se tiro a Castle dándole un abrazo que casi lo asfixia.
-Castle, castle.. Eres tu verdad? Dijo sorviéndose los mocos y sin despegarse de Castle.
-Sí, tuve que entrar a tu casa a escondidas con la llave que guardas debajo del felpudo para poder coger las fotos, dijo Castle emocionado.
Kate se despegó un poco de Castle para poder mirarle la cara, necesitaba besarle,lo necesitaba.
Se quedó mirando esos preciosos ojos azules y le acarició la cara dándole las gracias.
-Ven, que te lo pongo.
Las manos de Castle tocando el cuello de Kate hizo que lo necesitase más, ya que se erizó.
Después trajeron los demás regalos; a Esposito le regalaba Ryan, y le regaló una bolsa llena de bollos, a Ryan le regalaba Lanie, le compró un bote de miel para compartirlo con Jenny y una corbata preciosa.
Y a Lanie le regalaba Esposito que le compró un conjunto de Victoria Secret muy sexy.
-Mmm esta noche me lo pongo, dijo Lanie creando risas en los demás.
-Uff, venga chicos creo que es hora de irnos a casa, dijo Esposito bromeando.
-¿Y mi regalo que? Dijo castle todavía contentillo por el efecto del vino.
-Después del postre, dijo el camarero trayendo chupitos de toda clase.
Todos chocaron sus mini vasos.
-Por una noche de puta madre.
