Fue en un campamento de servicio para nuestra iglesia, reafirmar que la amaba en verdad sucedió en ese viaje. Pero para que se entienda tengo que contar cómo fue para que yo pudiera ir al viaje.
El viaje fue un viernes veinticuatro de enero de este año, yo estaba muy entusiasmado por ir, le estaba comentando a ella que mi fe estaba muy débil y que tal vez ese viaje cambiaría algo en mí. Sucede que dos días antes mi profesor del gimnasio de artes marciales tenía que ir a otro gimnasio a tomar un examen y me pidió que yo diera las clases ese viernes (el mismo día del viaje) tomé la responsabilidad de dar las clases y estaba ansioso porque también quería ir con todos mis amigos al viaje, entonces le escribo a ella y le digo que no iba a ir porque tenía que dar clases, me respondió con mucho amor y dijo, que si en este viaje no íbamos, habrían más viajes para compartir juntos y aún así no perdía la fe de ir.
Empecé a pedirle a Dios que si quería que fuera con ellos me ayudara y pasó que me llama mi profesor, me dijo que estaba en camino al gimnasio, estaba feliz porque no podía creer la fortuna que sucedió, más bien el milagro qué pasó, agradecí a Dios y luego apareció, le comenté que quería ir a un viaje con mis amigos y me dijo que vaya, me despedí, me cambie de ropa, agarré mis cosas y me fui a la iglesia a emprender el viaje.
Estaba feliz de poder ir y es que mencioné que mi fe estaba débil y probablemente este viaje me cambiaría, por gracia de Dios eso mismo ocurrió, fuimos a conocer una sede de nuestra iglesia que se encontraba en el departamento de Misiones, llegamos al lugar donde haríamos nuestro servicio para la gente de la comunidad, y se armaron grupos, eran tres grupos, el primer grupo estaba encargado de entretener a los niños con juegos (yo estaba en ese grupo), el otro grupo estaba encargado de salir a conocer el barrio para invitar a las personas a que se acercaran por la tarde para que escucharan la palabra Dios (ella estaba en ese grupo) y el tercer grupo estaba encargado de, bueno, estaba encargado de descansar porque un grupo tenía que descansar mientras otro cansar.
Yo nunca pensé hacer todas las cosas que hice en ese viaje, fue lo que necesitaba, Dios me había ayudado a mejorar tanto que me di cuenta al mirar después del viaje todo lo que había cambiado, estaba agradecido con esto.
Terminó el día de servicio que fue el sábado desde la mañana hasta las ocho o nueve de la noche, volvimos a nuestro hotel para bañarnos y relajarnos, cenar y pasar un buen rato, básicamente no dormimos, solo unas dos horas ya que el tiempo con ellos eran tan bueno que dormirse era perderse algo genial. Dormimos un poco, nos levantamos muy temprano, nos preparamos para el desayuno, luego de eso ya teníamos el día para hacer todo lo que quisiéramos hacer. Estábamos planeando tirarnos a la piscina pero como estábamos en el campo, aun hacía un poco de frío para tirarnos, en eso el encargado del hotel nos dijo que había un arroyo a un kilómetro más o menos dentro del bosque, entonces fuimos a ver el majestuoso arroyo.
Estaba diciendo antes de hacer ese viaje que si el arroyo solo era un chorro loco, ese caminar no iba a valer la pena y sucedió lo que dije, el arroyo era tan grande que casi nos ahogamos con solo verlo, pero a pesar de eso era un lugar hermoso.
Yo quería hacer como me caracteriza algo gracioso y justo se me ocurre pisar un tronco podrido, que a simple vista se veía sano pero estaba dañado por debajo, y es que ese tronco hacía de puente de un borde al otro del arroyo bastante caudaloso, pisé y me di cuenta que iba a caerme, y entonces ella me grita -Te dije que no hicieras eso, que te quedarás aquí en tu seguridad- y fue bastante gracioso porque fue ella quien me dijo para cruzar por ese tronco, intentó ayudarme con una rama pero pasó lo que tenía que pasar, el tronco se rompió, caí al agua y se cumplió lo que quería hacer, que era que todos se rieran, fue algo tan gracioso que tuve que reírme.
Ella se reía de oreja a oreja y de repente, escucho gritos y veo que todos empiezan a correr, y me decían que saliera del agua, yo sin saber que pasaba estaba muy tranquilo y solo miraba y me preguntaba porqué todos salían corriendo, luego pienso y me digo, no me voy a mover porque creo que en el agua hay una serpiente y por eso me dicen que salga rápido del agua, pero no era eso, sentí algo caliente el la espalda, en las piernas y el pecho, era un enjambre de avispas que nos estaban atacando, fuimos picados, una amiga, ella y yo. Todo el mundo corriendo del pánico por miedo a las avispas y yo caminando tranquilo entre el enjambre, me preguntaron si estaba loco y solo les dije que volverse desesperado no iba a hacer que el dolor desaparezca más rápido.
Vi la mano de ella y recibió tres picaduras, parecía un guante esa mano, tan inflamada, que parecía un globo, le dolía mucho pero olvidé mi dolor en ese momento y pedí hielo, me dieron el hielo, tuve que quitarme la remera y envolver el hielo con ella para poder ponerle en la hinchada mano, caminamos de vuelta muy orgullos de nuestra gran hazaña, la tomé de la mano y caminamos todo el trayecto hasta el hotel con mis manos apretando el hielo entre sus manos.
Fue una desgracia que me preocupó, me olvidé de mi dolor y solo quería que ella estuviera bien, e hice todo lo que pude para que ella pudiera olvidar más el dolor con lo poco que podía hacer, fue algo que me hizo ver, que en realidad la amaba con todo mi ser, y me di cuenta con ese suceso, que dejé de lado mi propia queja, aunque no doliera tanto, y fui a cuidarla, sabía que estaba bien pero para mí no era suficiente, necesitaba estar seguro que no le doliera más y mi instinto de protector salió para darle todo mi amor.
Tengo que agradecer a esas avispas que nos hayan picado ese día, porque me dejaron caminar con ella de la mano un buen rato y aunque no es la mejor manera de caminar con tu ser amado, era la excusa perfecta para agarrarle la mano sin que fuera extraño. Entonces, ¡gracias avispas por eso!
-Ahora yo voy a cuidarte porque hiciste lo mismo conmigo- y entonces fue a buscar un trozo de hielo y ponerme en la espalda para que la hinchazón bajase, no quería que ese hielo se derritiera nunca, ella nunca lo supo pero ahora lo sabe al leer esto. Luego poder compartir más tiempo con ella, verla divertirse y ser libre, disfrutar y ser simplemente ella, verla plena fue el regalo más hermoso que me daba sin que ella lo supiera, y me daba cuenta más y más que estaba enamorado, y que no quería pasar más tiempo sin decirle lo que estaba sintiendo. No se lo dije ese día, pero ese viaje fue lo que reafirmó por vez número setenta que en realidad me gustaba tanto que me enamoré de ella.
Volvimos del viaje y pudo irse de diferentes maneras a su casa, pero ella quiso ir conmigo, entonces esperamos el transporte público que nos llevaría a su casa, llegó el transporte y subimos, ella con su maleta y yo con una pequeña mochila, todos nos veían y parecíamos una pareja que vivían juntos y estaban viniendo de un viaje, era la sensación que tenía al subir sus cosas con las mías en el transporte público, llegamos a nuestra parada, bajamos y la acompañé hasta la puerta de su casa, hablamos un momento y luego nos dimos un abrazo antes de que entrara, me fui a casa feliz esa noche.
El lunes posterior al viaje, en mi gimnasio le había comentado a mi mejor amigo lo que estaba sintiendo y me dijo que tenía que decirle, que no callara más o lo haría él y entonces empecé a reír por su comentario y aunque sé que él lo hubiera hecho, tenía que decirle yo porque eran mis sentimientos y los sentimientos no se pueden delegar a alguien más para que se puedan revelar, el día martes fue su cumpleaños y le escribí algo a las doce en punto de la medianoche, la tuve que hacer enojar un poco para mandarle lo que escribí, y esto fue lo que le dediqué esa noche;
"Necesitamos más tiempo y más letras, también más palabras y más calificativos positivos para describirte. Y para que sepas, aunque no lo creas o lo dudes tal vez por ocasiones, que sos una de las personas más increíbles y maravillosas que pudo haber pisado este mundo jamás, porque ciertamente como tú no hay dos.
Si hay alguien que se merezca todo lo bueno de este mundo, todo el amor y toda la tranquilidad sos vos ya que das todo sin esperar nada, solo lo haces porque te nace, creo que es lo que veo, no veo malicia, no veo egoísmo, no siento vibra negativa, pareces una nube, así de blanca en tu interior y así de grande en un día perfecto.
Desear felicidad por un cumpleaños es algo que todos hacemos cuando es el día especial de una persona, y hoy te toca a vos que te deseen lo mismo. Pero yo no te deseo felicidad solamente hoy, te deseo felicidad todo el tiempo, toda la que quieras y toda la que necesites, toda la que soportes y toda la que te quepa.
Porque la verdad, sos un regalo para todos los que te conocen, por ser tan noble y tan auténtica. Realmente increíble, y solo me tomo el tiempo para decirte esto porque quiero que sepas que sos única y con todas las imperfecciones que tengas, igual brillas porque dentro de tu ser hay grandeza y se ve mas lo bueno, y creo que cosas malas no hay, solo normales tal vez?
Pero decirte feliz cumpleaños era poco, tenia que decirte lo importante que sos para todas las personas que te conocen, para tu familia, tus amigos, para Dios que te dio todo, y se que vas a vivir cosas mucho mejores, y que sos fuerte y valiente.
Feliz cumpleaños siempre [su nombre]. Te quiero."
Le escribí esto y ella me agradeció con todo el amor que le caracteriza, era lo poco que podía regalarle ya que odia los regalos, ella prefiere construir momentos, le gustan las cosas simples, compartir con sus amigos y ser feliz sin nada complejo, -el dinero solo sirve si se van a crear momentos- es lo que siempre dice y ¿quien no amaría a una persona que es tan hermosa en su alma? Y es que yo me enamoré primeramente de su alma y con eso no hay nada que pueda competir.
Y cuando te das cuenta que amas a una persona por su alma, entiendes que no quieres a nadie más. Y yo entiendo eso, sé que es ella la persona que quiero en mi vida y que compartamos juntos todos esos momentos que vayamos atrayendo en el camino.
