Nos conocimos en un gimnasio de artes marciales, ella practicaba krav maga, el krav maga es un sistema de defensa desarrollado por el ejército Israelí, ella practicaba este sistema de defensa, yo por el contrario practicaba kick boxing, ambos en el mismo lugar, nos conocimos, pero no hablábamos nada, la veía muy feliz estando con sus amigas compartiendo en todo momento, yo por el contrario solo me dedicaba a entrenar ya que no me gustaba hablar en aquellos tiempos.
Pasaron los días y me invitaron a una iglesia, yo sin saber que se trataba de una iglesia fui, todo era raro porque yo nunca antes había ido a un lugar así por mi propia voluntad, bueno, entré y vi mucha gente saltando y cantando, era un ambiente muy alegre y me sorprendió la confianza y amabilidad con la que me recibieron, era algo que nunca había visto, en fin, ella asistía a la misma iglesia y fue ahí donde pude conocerla y hablar, y fue agradable saber que era una chica con la que se podía hablar con tanta facilidad, fue muy bueno saber que había alguien que era tan dada con los demás y prestarles atención. Obviamente no me enamoré de ella con esto, hay un largo camino para que lleguemos a eso, solo doy el cimiento de cómo nos conocimos oficialmente, y era este.
Conforme pasaba el tiempo la fui conociendo más, recuerdo que me ayudó a repasar mis notas para un examen en la universidad, y hablar con ella era una de las tantas cosas que era divertido y también especial, aún no había tanta confianza, la conocía un poco y lo que dejó ver era algo muy bueno.
En todo este proceso de conocernos llevamos siendo amigos por casi cinco años y un poco más, a veces venía y a veces me iba, a veces ella venía y a veces se iba, éramos amigos nada más, hablábamos esporádicamente.
Un tiempo dejamos de hablar porque yo era bastante negativo en mis palabras, no le agrada esto y por eso decidió darse un distanciamiento y es totalmente correcto, nadie quiere acercarse a alguien que solo piensa en eventos negativos y no ve nada positivo, y se dio cuenta que intentar cambiarme solo iba a hacer que ella se perdiera y solo por eso decidió alejarse, después de mucho tiempo uno crece y se da cuenta de su pasado, bueno, yo me di cuenta del mío y decidí cambiarlo, trabajar en ello y mostrar algo más sano.
Fue ahí que volvimos a hablarnos, después de un buen rato, ya nos conocíamos desde hace años pero el relacionamiento fue más cercano luego de que los dos sanamos completamente todo lo que nos hacía y nos hizo daño, estábamos curados. Todos pasamos por situaciones complicadas en nuestras vidas y nosotros no fuimos la excepción, también aprendimos y fuimos creciendo, hasta llegar al lugar donde nos encontramos.
Cercanos nos volvimos y fue que entonces empezamos a darnos más espacio para conocernos de la mejor manera y sin darnos cuenta, nos mandamos mensajes por whatsapp contándonos de nuestras metas, ideas y creencias, nos apoyábamos y nos escuchábamos, nos dábamos consejos que nunca poníamos en práctica porque éramos necios, pero nunca nos alejamos, nunca nos recriminamos nada y nunca, de las dos partes, nunca nadie hizo sentir al otro culpable de nada por mayor que fuera su equivocación, estábamos en las buenas y malas.
Compartíamos un grupo para crear negocios con dos amigos más y fue ahí que hacíamos reuniones en su casa para poder dar ideas, en varias ocasiones debatíamos sobre cosas de la vida, exponíamos todos nuestros puntos de vista, era increíble estar ahí y escucharla hablar, decir en mi mente "que persona más maravillosa" la admiraba en silencio siendo su amigo y me encantaba compartir mi tiempo con su tiempo.
Cuando nos veíamos en los días de la semana esperaba con ansias que llegara el día solo para verla nuevamente, luego al terminar, esperaba el sábado para verla en nuestra iglesia, ya que estar con ella luego de la prédica era la cita perfecta, salíamos a comprar helados, o salíamos a cenar con amigos, era tan grato compartir con ella todo lo que pasamos que ahora si miro al pasado son recuerdos que nunca quiero olvidarlos. Son tesoros que no tienen valor, valen más de lo que vale cualquier cosa, y esos momentos son eternos.
Ambos crecimos en nuestra fe, y es que tienen que saber que los dos somos cristianos y en primer lugar amamos a Dios, agradezco tanto a Dios el que pudiera darme el privilegio de conocer a tan maravillosa mujer. Antes que todo esta Dios para nosotros y es que para mí, tanto como para ella, es importante el amor a Dios.
Tal vez muchos digan que estamos locos, que el amor es amor y con eso basta para que la relación sea sana, yo pienso que no, para que haya paz en primer lugar Dios debe estar, ya que Él otorga paz en el lugar donde queremos estar, por eso, para nosotros el primer amor es Dios y lo segundo es la relación de los dos.
Amar a esta mujer es amar todo de ella, amar su ser, más que su cuerpo, ya que el cuerpo es temporal, pero el ser total es su esencia, y no se puede hacer nada cuando uno se enamoró de alguien que va más allá de lo carnal. Obviamente también amo su cuerpo, pero como dije, el físico es temporal, me enamoré primero de su personalidad, de su corazón y de su amor por Dios.
No quería mostrarle mis sentimientos ya que tenía que estar seguro si era realmente verdadero, tuve varios meses para pensar y repensar y solo podía darme cuenta que era verdad, que no me estaba engañando y que no era un deseo egoísta el querer que ella estuviera a mi lado, todo el año dos mil diecinueve me tomé el tiempo para darme cuenta que era completamente diferente y completamente honesto esto que estaba sintiendo, pero aún no era el momento de debelarle este profundo secreto que tenía guardado dentro.
Aunque recuerdo que se lo dije a uno de nuestros amigos de aquel círculo en que nos reuníamos, le dije que me gustaba y él no podía creerlo, luego pensé que hice mal al haberle dicho e inmediatamente le dije que era mentira, que no era cierto, y solo le dije esto por miedo a que él fuera a decirle lo que yo estaba sintiendo, no quería que le contara por miedo a que ella me tratara de manera más distante y es que si la perdía como amiga para mi hubiera sido el día más triste de toda mi vida y fue por eso que tuve que mentir con mi verdad que me volví a guardar. Esto pasó si mal no recuerdo en el mes de octubre del año pasado, luego de eso volví a pensar y pensar si era cierto que sentía cosas por ella e inevitablemente era cierto, y hasta el día de hoy lo sigue siendo.
Pasó el tiempo, pasamos más momentos inolvidables juntos, reímos juntos, bailamos juntos, cenábamos juntos y es que lo mejor de los sábados era eso, sentarnos en el puesto de comida que estaba frente a su casa a cenar y hablar, el tiempo se nos iba tan rápido que tres o cuatro horas con ella eran un parpadear, y a veces dilataba más ese tiempo porque no quería que se fuera tan temprano a casa, era un poquito egoísta pero ella se daba cuenta, solo que no lo decía, y seguro mentalmente se reía por querer estar más tiempo con ella a pesar de que se moría de sueño.
Llega el año dos mil veinte, para todo el mundo literalmente el peor año de todos, para mi el mejor de todos. Y aquí llega el momento en que no pude guardarme más lo que ya estaba en mi corazón, necesitaba decirle o enfermaría, estoy siendo bastante exagerado pero cuando nos guardamos las cosas bastante tiempo, creo yo en mi particular caso, solo nos hacemos daño y entonces nos preguntamos "¿Que hubiera pasado si?" Yo no quería quedarme con esa duda, si sabía que lo que sentía era cierto, no veía razón para callarlo más, aunque fuera a perder su amistad tenía que decirlo. Era el momento.
![](https://img.wattpad.com/cover/224083711-288-k881447.jpg)