𝑻𝒖𝒂𝒏 𝒃𝒓𝒐𝒕𝒉𝒆𝒓𝒔 •𝑴𝑻•𝒀𝑮•

𝑪𝒊𝒏𝒄𝒐

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Después de su caluroso encuentro en el baño, no tardaron mucho en llegar a su destino. Saliendo del aeropuerto, ya los esperaban un conjunto de camionetas que los llevarían hasta las montañas, en donde se encontraban las Villas. La madre de Yugyeom fue quien dividió a todos de acuerdo a como había organizado ya con quienes se quedarían el resto del mes.

Solo faltaban de subir a las camionetas los dos mayores y Madison con los hermanastros, Yugyeom la abrazaba por la espalda mientras esperaban, dejaba pequeños besos detrás de su ojera cada ciertos segundos, Mark, con quien no había hablado desde el avión, mandaba mensajes distraído.

-Bueno amores, ustedes estarán en la cuarta villa, espero que no les moleste pues es la última del sendero y como conviven mucho, pensé que les gustaría estar juntos -mencionó la madre del rubio.

El estómago de Madison se revolvió un poco ante el comentario y a su vez, Yugyeom y Mark se lanzaron una mirada cómplice.

-Esta bien madre, no nos molesta -respondió Yugyeom sonriendo.

-Bueno, entonces ya podemos irnos.

La mujer se alejo de ellos y fue junto al padre de Mark.

-Ya podemos irnos, tú primero Mark -el mayor miro al rubio y asintió, pasó rápidamente su mirada sobre Madison y subió a la parte trasera de la camioneta.

-¿No te molesta que estemos con él, verdad?

-Claro que no amor, solo espero que él no esté incómodo y que tengamos nuestro espacio tu y yo -sonrió coqueta la menor.

-No te preocupes por eso bolita, sube.

El chófer arranco cuando los tres estuvieron dentro.

El viaje fue largo pero tranquilo, Mark estaba en el asiento de atrás escuchando música, Yugyeom y Madison iban en medio, abrazados mientras el chófer iba atento al camino.

-Madi, bolita, ya llegamos.

Madison abrió los ojos, miró a su alrededor y se maravillo, aún estaban en el auto, pero ya podía ver la cabaña a unos pocos metros. Yugyeom tomó su mano y depositó un beso en ella.

-¿Nos quedaremos ahí?

-Así es.

-Se ve muy linda y acogedora.

-Si, lastima que no es tan grande y solo tiene una habitación -interrumpió Mark.

-¿Qué? -la menor los miró preocupada.

-Es verdad, pero no te preocupes, si nos organizamos todo ira bien -la calmo su novio, pero obviamente no funcionó, no podría estar tranquila con esos dos Adonis en una habitación.

Luego de unos minutos más, llegaron frente a la cabaña, bajo su novio y después Mark, ella se acerco a la puerta de la camioneta en donde la esperaba el rubio y el frío rápidamente se apoderó de ella, a pesar de llevar ropa muy abrigada. Yugyeom le ayudo a bajar por completo y acomodo su tierno gorro azul.

-Mejor ve adentro, Mark y yo bajaremos las cosas.

-Bien, sabes que ayudaría pero me estoy congelando.

-Lo sé bonita, ve adentro y trata de prender la chimenea -le dijo su novio riendo.

Yugyeom le dio un beso en los labios y la menor le apretó su bonita nariz ya roja por el frío, para después alejarse y entrar a la cabaña.

-Si lo haremos, ¿verdad? -pregunto Mark.

-Claro que si, solo debo hablar primero con ella, se que aceptará.