🌹 5. Un día malo (O quizá no tanto)

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Su día iba de mal en peor. Había llegado tarde a sus clases, su alarma no había sonado por alguna razón o quizá lo había hecho pero estaba tan cansado que ni se había dado cuenta, no lo sabía.
Tuvo que correr para llegar a tiempo a su primera clase, sólo para recibir una prueba sorpresa por parte de su maestra menos favorita, y en la cual no le había ido demasiado bien que digamos. Se había equivocado en algunas partes por lo que Jin esperaba obtener por lo menos la mitad de la calificación. Desearía no haber olvidado revisar sus apuntes.

Recibió un regaño por parte de otro maestro por no prestar atención a su clase, diciéndole que se concentrara en lo que hacía.

Jin estaba de acuerdo. Había estado muy despistado últimamente, tanto que se había hecho un corte en el dedo de la mano izquierda mientras preparaba una orden. Y todo por andar pensando en Namjoon y la pequeña nota, que ahora estaba guardada en su billetera.

Para empeorar, Soobin y Yeonjun no habían podido ir debido a unos asuntos relacionados a sus estudios y sus reemplazos no llegaban. Por lo que Hoseok y Jin tuvieron que arreglarselas solos durante una hora aproximadamente. Entre atender a los clientes, preparar órdenes, mantener el local limpio y los trastes lavados y disponibles para más pedidos...
Bueno, era demasiado trabajo para tan sólo dos personas. Por suerte para la hora pico ya contaban con ayuda.

Sin embargo, habían días de la semana en los que Namjoon no aparecía, y ese día al parecer era uno de esos. La hora habitual de su llegada había pasado y Jin no podía evitar preguntarse qué estaría haciendo el chico. Realmente habría querido verlo. Estaba seguro que eso le habría ayudado a levantar su humor.

A una hora antes de cerrar más o menos, el rubio llegó. Jin le sonrió al verlo entrar.

—Creí que no vendrías hoy —le dijo.

—Yo también lo creí —se acercó al mostrador con una sonrisa.

Jin sintió su corazón palpitar emocionado.

—¿Qué tal tu día? ¿Agotador? —preguntó Jin, dejando en una bandeja dos cafés humeantes para que uno de los meseros pudiera dejarlo en la mesa respectiva.

—No tanto —respondió Namjoon, apoyando una de sus manos sobre el mostrador. Lucía tan confiado y seguro, a Jin le fascinó esa nueva faceta de Namjoon— ¿El tuyo sí? Te ves cansado.

Jin asintió.

—Bastante agotador —dijo para luego soltar un suspiro— ¿Qué vas a ordenar?

—¿Quieres hablar de ello?

—¿Qué? —cuestionó con algo de confusión, no sabiendo a qué se refería.

—Tu día —aclaró el rubio— Hablar con alguien podría ayudar ¿Te gustaría?

Jin sonrió ante la propuesta, emocionado.  Contuvo las ganas de gritar «¡Sí!», pues había un pequeño detalle en cuestión.

—Eso estaría bien pero sigo de turno... —empezó a decir Seokjin.

Pero antes de agregar algo más, Namjoon soltó rápidamente: —Puedo esperar. Cierran a las ocho ¿No?

—S-sí... —respondió, sus nervios siendo bastante evidentes.

—Entonces te esperaré —sentenció Namjoon y le guiñó un ojo.

Jin sintió como sus mejillas se encendían.

—Es-está bien ¿Qu-quieres algo? Es decir, mientras esperas —Jin se sintió muy torpe y su sonrojo al parecer solo aumentaba.

—Un café estaría bien —dijo Namjoon con voz calmada. Jin no se atrevió a levantar la vista pero dedujo que estaba sonriendo.

—De acuerdo. Te lo llevaré en un rato.

[ 🌹 ]

Jin se estaba colocando su chamarra cuando Hoseok entró con una expresión ansiosa.

—¿Sucede algo? —le preguntó a su amigo.

El castaño lo observó y se relamió los labios. 

—Jimin me llamó. Yoongi está ebrio. «Muy ebrio», según sus palabras. Me dio la dirección. Voy a ir a buscarlo.

Jin suspiró.

—¿Fiesta de su facultad de nuevo?

—Al parecer —respondió.

—No entiendo cómo lo aguantas. Si ya es insoportable sobrio, ebrio mucho más —agregó en tono de broma.

Hoseok rió bajo.

—Creéme que ni yo sé cómo lo hago. Pero es mi mejor amigo...

—Tú y yo sabemos que es más que eso, Hoseok —agregó Jin. El mencionado agachó el rostro— Créeme, Hobi. Ocultando tus sentimientos no conseguirás nada más que arrepentimiento.

—Lo sé, Hyung. Me lo has dicho cientos de veces. Es sólo que... No quiero arruinarlo.

Jin se acercó y le apretó un hombro en señal de apoyo.

—Si no te arriesgas...

—Quizá sea muy tarde. Lo sé, Hyung. Eso también me lo has repetido incontables veces.

Jin rió. Para luego recordar que Namjoon estaba fuera, esperando por él.

—Hobi, me tengo que ir. Saluda a Jimin de mi parte y dale un golpe a Yoongi.

—Está bien, Hyung —la expresión de Hoseok iba entre divertida y melancólica.

Antes de salir al encuentro de Namjoon, Hoseok le sonríe, su habitual resplandor regresando.

—Adiós, Jin Hyung ¡Suerte con tu rubio! —esto último lo dice más alto, cómo si quisiera que el mencionado lo escuchara y Jin espera que no lo haya hecho.

—¿Nos vamos? —le dice el rubio mientras le abre la puerta y le indica que salga primero.

Jin asiente y sale, esconde sus manos en los bolsillos, un ligero temblor producto del frío de finales de otoño lo envuelve y se arrepiente un poco de no haber tomado algo más abrigador esa mañana.

Namjoon está frente a él con una sonrisa cálida y sincera. Y Jin cree que su día no ha sido tan malo después de todo.

Stolen Kisses [ Namjin ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora