Cosas de adultos

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---Aquiles, es hora de dormir ---anunció la dulce voz de Sasha cuando aún no había oscurecido.

---¿Tú no vas a dormir, mamá? ---replicó en tono de protesta su hijito de cinco años, pues aún no tenía sueño.

---No, cariño; tu papá, tus tíos y yo vamos a hablar de... ---Sasha dudó sobre cuál sería la mejor forma de explicarse---. cosas de adultos.

---¿Cosas de adultos? ---repitió el niño con la inocencia que le confería su edad.

---Eres muy pequeño para comprenderlo, Aquiles ---sentenció Sasha como si fuera una verdad absoluta---. Cuando seas mayor, lo entenderás.

---Me trató como a un estúpido ---se quejó haciendo pucheros el pequeño Aquiles, al día siguiente, cuando se reunió con sus amigos.

---Los adultos siempre subestiman la inteligencia de los niños ---dijo Dégel Junior en un tono científico.

Esa explicación no consoló en nada al niño de cabello castaño y ojos verde esmeralda; pues, como hijo de la Diosa de la Sabiduría, su inteligencia era superior a la de muchos adultos y su crecimiento acelerado le hacía parecen de una edad más cercana a la de sus amigos.

---Nosotros ya aleccionamos a nuestros padres ---comentó Carrietta con una sonrisa maligna---. Creo que es hora de que hagas tu parte, Aquiles.

---Tienes razón ---aceptó Aquiles ---. Me mandan a dormir antes de que se ponga el sol, ¡como si no supiera que se reúnen para contarse historias de terror sobre intestinos sacados y ojos explotados!

---¡Puaf! ¡Qué asco! ---exclamó Andreína haciendo un festival de muecas.

---¿Escuchas detrás de la puerta, Aquiles? ---cuestionó de modo retórico Alberteinstein.

---Quién sabe... ---dejó caer el susodicho en un tono burlesco.

---Pero ahí podría estar la solución ---aportó Damon reflexivo---. Asústalos con sus propias historias de terror.

---Magnífica idea ---aprobó Dégel Junior---. Te ayudaremos a preparar lo necesario.

Con ayuda de los gemelos y Carrietta, Aquiles consiguió una sábana blanca, la cual mancharon con sangre de cerdo. Esa misma noche, el primogénito de Sasha y Sísifo acechó el momento oportuno para entrar en acción. Cuando los adultos comenzaron con sus historias, creyéndolo dormido, se cubrió con la sábana ensangrentada y tomó en sus manos los intestinos del cerdo sacrificado para ese propósito, haciéndolos sobresalir bajo la tela de manera grotesca y terrorífica. Repentinamente, irrumpió en la sala en la que se encontraban reunidos los adultos justo cuando Kardia contaba la leyenda del Ánima Sola. Aquiles se partió de la risa ante los gritos y caras de terror de los presentes al verlo, y más aún con sus expresiones estupefactas cuando descubrió su rostro.



La cuarta broma se había llevado a cabo con gran éxito.



Esta historia se actualizará solo de vez en cuando. Aunque se supone que solo restan cuatro drabbles, estoy escribiendo desde un celular que no es el mío y me resulta difícil actualizar más seguido. Mis disculpas a los lectores.

Mundo Lost Canvas [Segunda temporada de Atrapadas]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora