"Vaya, vaya pero que tenemos aquí" hablé al entrar al living cuando ví a mi novia acostada en el sofá con solo una camisa blanca puesta. Ella rió entre dientes y quitó la mirada del libro para verme sentarme a su lado.
"¿Vas a decir algo o solo veniste a verme como una depravada sexual?" Comentó sonriendo pícara y yo solté una carcajada. "Porque me siento un poco acosada" rió junto a mi y acomodó sensualmente su cabello lo que me hizo dejar de reír. "¿Qué?" Sonreí pícara y sigilosamente me adentré entre sus piernas las cuales se entrelazaron por mi cintura.
"Ahora yo soy la que me siento acosada, ¿Cómo te atreves hacer eso frente a mis ojos?" Reclamé y ella mordió su labio intentando reprimir una sonrisa.
Acerqué aún más nuestros rostros al punto de que nuestras narices se tocaron. Ella rió nerviosa ante la cercanía y tomo mis mejillas para luego darme un pequeño beso.
"Te amo" murmuré y ella volvió a morder su labio en una sonrisa y gruñí ante ese gesto. "Juro que si no dejas de hacer eso te follaré aquí mismo"
"¿Y que te detiene?" Comentó con picardía y gruñí nuevamente tomándola en mis brazos, a lo que ella pegó un grito junto a una risita, me levanté del sofá en camino a nuestra habitación.