TERCERA PARTE

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La canción de "stupid love" de Lady Gaga a toda leche hizo que abriera los ojos y bufara, voy a matar a Daniela. Me levanté de la cama, me lavé la cara, eché mi tónico, anti ojeras, crema hidratante y vitamina C,amaba los días en el que podía ser una simple adolescente. Me dirigí hacia el espejos dispuesta a lidiar con mi melena rubia,la recogí en dos moños a cada lado de forma desordenada pero formal, pinté mis pestañas al ritmo de la música y para acabar un poco de labial de color nude.

Aun al ritmo de stupid love caminé hacia el armario en ropa interior lista para vestirme, agarré unos chinos de cuadrados grises y negros una blusa corta blanca y por último unas deportivas con plataformas de color blanco, preparada para nuestro primer día de clase.

Abrí la puerta y me encontré de frente con una Rose cabreada,despeinada,con los ojos pegados y a medio vestir.

-Buenos días princesa, no cualquiera puede ver esa carita de buena mañana,me siento afortunada.- le dediqué una sonrisa mientras cerraba la puerta, podía notar su molestia desde kilómetros.

-Dime una maravillosa razón para no arrancarle la cabeza a Dani.- reí por su forma de evadirme, como buena "hermana" la acompañé a su habitación y esperé pacientemente a que se vistiera mientras maldecía a nuestra amiga. Después de mil replicas y bufidos por su parte bajamos a la cocina, como era común en Daniela el primer día de clase ponía música a todo volumen mientras hacía el desayuno en pijama porque si no se manchaba.


Ahí estaba cantando con el cuchillo de la mantequilla y haciendo un baile un poco extraño, su moño moreno, desordenado y casi suelto  no paraba de moverse al ritmo ahora de "dont stop de music" de Rihanna. Se giró y nos vio, empecé a cantar y a bailar con ella, como podéis ver Daniela es una chica con energía desbordante desde por la mañana mientras que Rose...bueno era Rose... esta última paró la música y por la mirada que se echaron sabía que iban a arder.


-Eres una maldita amargada de mierda, dile algo Anne.- me quité del medio cuando vi que Dani le tiró la tostada a Rose, así es como empiezan siempre los días de clases en la casa. Amaba a estas chicas junto a su forma de ser pero había dos cosas que odiaba más que madrugar;que me jodan el outfit de comida y no desayunar por la mañana.

Hice mi camino hacia los platos de gato ,le coloqué su comida en el cuenco y lo acaricié llevándome un maullido y un ronroneo de su parte como agradecimiento. Agarré mi tostada, el café y me dirigí hacia Carlos que se encontraba leyendo el periódico en la sala común con sus típicas gafas en la punta de la nariz.


-Buenos días señorita.- me sonrió haciendo que sus arrugas se marcaran,era como el típico abuelo moderno.- siento mucho que Daniela les haya despertado de esa forma.

-Ni siquiera te has acercado a quitarle la música ¿cierto?.- su risa pastosa hizo que sonriese mientras le observaba doblar el periódico y darle un sorbo al café.

-Obviamente señorita, no soy tan iluso como para entrometerme en vuestros habituales aquelarres matutinos.-reí,me senté a su lado y comencé a desayunar.

-¿Nos estás llamando escandalosas Carlos?.-puse mi mejor tono acusador-divertido mientras cogía el periódico, miré al mayordomo limpiar sus gafas y colocársela, un hombre elegante y discreto que nos ha aguantado más que cualquier ser en la tierra, mis respetos.

-Para nada señorita.-un estruendoso sonido de platos rompiéndose inundó la habitación y Carlos sonrió de lado ,en sus ojos aparecía un atisbo de malicia y sabía lo que venía a continuación.- sólo espero señorita que esa no haya sido mi colección de vajillas o me encargaré de que se pague.

D.O.NDonde viven las historias. Descúbrelo ahora