Capítulo 7.

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"-Creo que deberíamos dejarlo.

-¿Qué?, ¿por qué?

-Nada de esto tiene sentido Olivia.

-No me digas que esto no tiene sentido porque menos lo tenía cuando te tirabas a Alice.

-Olivia, no metas a Alice en esto. Ella no tiene nada que ver.

-Claro que no, ella nunca tiene nada que ver, tampoco el día de nuestro aniversario cuando se presentó en el restaurante, ni cuando teníamos que ir a casa de mis padres y ella te llamaba desesperada porque había tenido un mal día... Ella nunca tiene nada que ver-hace una pequeña pausa.- ¿Sabes qué? Que no quiero saber nada de ti. Nunca más. No me llames, ni me envíes mensajes, ni mucho menos me visites-Olivia cuelga el teléfono y empieza a llorar".

Aún con los ojos llenos de lágrimas intenta recomponerse. Recuerda esas duras palabras que el día de antes habían sido pronunciadas por lo que creía ser el amor de su vida.

Enciende su viejo portátil negro e inicia sesión en Tumblr, ahí parece que todo es más fácil. La pantalla empieza a empañarse de miles de fotos de parejas felices paseando por la playa, comiendo helado, viendo películas en una acogedora habitación... Suena Wings de Birdy y es entonces cuando Olivia rompe de nuevo a llorar. Recuerda el día en que conoció a Raúl: él estaba sentado en la barra de un bar y ella se acercó a preguntar la hora. Él se giró y sonrió al escuchar aquella voz tan dulce. Fue en ese mismo momento cuando intercambiaron nombres y risas.

Al cabo de dos meses empezaron a salir juntos. Se convirtieron en una misma mitad. Y sin quererlo ambos cayeron rendidos a los pies del otro.

Recuerda innumerables tardes acompañada de sus abrazos, de cuando era invierno y él la visitaba con una taza de chocolate caliente y con los más dulces de sus besos. De cuando paseaban cogidos de la mano por la ciudad. De cuando ella lo necesitaba y él estaba ahí.

No tendría un mensaje de buenos días, ni la mejor sonrisa al despertar. Tampoco unos brazos que rodearan su delicada cintura y acariciaran de una manera tan dulce su rojizo pelo.

Ya no tendría nada de eso. No lo tendría a él. 

Supongo que es así como pasa. Un día eres la chica que está cumpliendo sus sueños y al día siguiente no eres nada ni nadie.

 

Día uno sin ti:

te echo tanto de menos que en mi reloj aún es ayer.

Mía, te quiero.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora