Capítulo 9.

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09:00am.

Mía no puede creer que esté despierta siendo la hora que es. Una vez más tiene que ir a casa de su tía a ayudarla con la mudanza, pero antes deberá coger el metro para hacer unos recados que le ha mandado Alma, su madre.


10:12am.


Quedan tres minutos para coger el siguiente pase de metro, mientras tanto, Mía saca de su cartera de colores su pequeña libreta azul, en una de sus páginas apunta "hoy será un buen día". Lo lee e intenta convencerse de lo que ha plasmado en esa pálida hoja de papel. El metro llega y con él la bajada y entrada de sus respectivos pasajeros. Espera el turno para entrar y se sienta en uno de los pocos asientos libres que quedan. Vuelve a sacar su libreta y comienza a mirarla. <<¿A dónde irá toda esta gente?>>

Vuelve la vista hacia la ventana y en ella ve el reflejo de alguien que la está observando desde el otro extremo. Intenta fijarse un poco más: un chico con una gran melena despeinada.

El chico se percata de que ella ya se ha dado cuenta de su presencia y sin pensarlo gira la cabeza y mira a su ventana. Ella descolocada lo mira descaradamente. Solo lleva una pequeña libreta y una cámara colgada en el cuello.

Se extraña. Parece un chico bastante raro.


El metro se para, y ese es el único aviso que da para que bajen los pasajeros. Mía busca al chico que hacía unos segundos estaba sentado en el asiento de al lado, pero para su sorpresa no está. Baja algo confusa y lo busca. Su cara le resulta algo conocida.

Nada. Solo gente andando con prisa de un lado a otro de la calle.



Hay diferentes formas de irse.





Mía, te quiero.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora