La granadina acaba de llegar a la gran capital. Con el corazón yendo a mil por hora, se sentía libre pero a la vez sentía como su corazón estaba encerrado en una cárcel de alta vigilancia para que no gritará lo que llevaba tiempo sintiendo por mucho que lo quisiese ocultar.
Mimi sin dejar las maletas en su casa ni nada, fue corriendo a la casa de la gallega y llamó varias veces a la puerta.
En menos de un minuto y con un gallega sorprendida por que alguien llamase tantas veces y en estas condiciones a su casa, fue a abrir y se quedó sin palabras.
- Hola. - Dijo la granadina casi sin aliento de lo mucho que corrió desde el metro hasta la casa de la gallega. Y también sin aliento de verla de nuevo.
- Pe...Pero Mimi! ¿Que haces aquí? - Sonrio la gallega y fue abrazarla hasta que se dio cuenta de que estaban en cuarentena. - Pero chica te has saltado la cuarentena para venir aquí?
- Si. Hay algunas cosas que te tengo que contar y necesitaba salir de ahí cuanto antes.
- Mimi ¿Qué pasa? Me estás preocupando. -Dijo la gallega a la vez dejándole paso para entrase a la casa.
La granadina no paraba de repetirse a si misma que era una tontería lo que hizo, que era una tontería sentir esa ansiedad por estar con alguien que no quieres. Ella no paraba de pensar que son cosas que no te deberían de causar ansiedad pero al final y al cabo ella misma se causaba la ansiedad de tanto pensar.
La granadina cogió una bocanada de aire y rápidamente le contó todo. - Mira Miriam acabo de venir desde Granada por el simple echo que llevo más de ocho meses aguantando a un chaval y haciéndome pasar que soy su novia pero en realidad el no me gusta, pero claro el mánager me está obligando, se que una tontería lo que acabo de hacer, pero necesitaba salir de ahí y lo que menos quería era que pensarás que estaba con el porque sin duda NO.
La granadina dijo todo eso en menos de cinco segundos y por mucho que quisiera la gallega no consiguió entender nada. Así que le pidió que se lo repitiera pero esta vez con más calma y eso es lo que hizo la rubia de ojos verdosos.
- Mimi tía, es normal que te sientas así. -Dijo la gallega casi sin palabras y sintiendo la abrumacion que tenían las palabras que había pronunciado la granadina, en un solo momento se dio cuenta que esas palabras y esos pensamientos los llevaba consigo misma durante mucho tiempo. - Lo siento, me quedé sin palabras. Tía Mimi ¿Por qué carallo llevas aguantando tanto tiempo esto contigo misma?
- No... no se. Pensaba que era una tontería. - Se encogió de hombros aguantando las lágrimas y soltó un suspiro con una risa bastante falsa en el. - Creía que era lo mejor para mi carrera pero lo único que hacía era engañar a todos... y sobretodo a mi.
- Es que te estabas engañando, Mimi. Pero por fin te diste cuenta y aunque haya sido en estas condiciones pudiste salir de ese infierno. Y ahora mismo te vas cambiando de mánager maja -Dijo con una sonrisa abrazandola muy fuerte.
- Ya lo hice por suerte -Supiro la granadina dejando caer una lágrima por su mejilla aún abrazada a la gallega.
- Descansa un poco y luego hablamos que tienes una cariña - La gallega vio su rostro completamente pálido y sus ojeras de no dormir en ocho meses.
ES MUY CORTO PERO TENIA QUE SUBIR ALGO YA.
Prometo estar más activa y haciéndolos más largos. Gracias de corazón por el apoyo pero sobretodo por la espera.

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Esa | Miriam² |
FanfictionComo si un nudo en el pecho tratase, esa cosa que no te deja seguir, esa cosa que hace apagar las luces en tu interior. Esa cosa estaba dentro del pecho de Miriam pero hay una luz de color verdosa y amarillenta que hace a Miriam ver que si hay una s...