Capitulo 3.

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HeeJin POV.

Sin darme cuenta, el día avanzó rápido, demasiado para encontrarme nuevamente sentada pensando cómo podría escribirle algo a aquella chica.

Tenía cien, aunque afortunadamente no de manera literal, hojas regadas en toda mi habitación. Un bolígrafo entre mis dedos y una mente en blanco al igual que la hoja de papel que se encontraba posada en mi escritorio.

Conforme los minutos pasaban, empezaba a aburrirme cada vez más. De momento a otro comencé a lanzar, tal juego de basquetbol, las hojas de papel que se encontraban arrugadas en el suelo, haciendo que cayesen en el cesto de basura a un lado de mi puerta, o por lo menos muy cerca de este.

—¡Hee-...—Y ahí fue la última bola que lancé, aterrizando directamente en la cara de YeoJin, eso debería valer por lo menos 5 puntos, yo no hago las reglas.

YeoJin la levantó una vez esta cayó al suelo nuevamente.

—¿Qué es esto? — Comenzó a leer con atención. —¿Te gusta una tal HyunJin, HeeJin?

—¿Gustarme? —bofeé al pensar que ni siquiera sabía qué cosas sentía por la mencionada— Para nada, es sólo una estúpida tarea del colegio. Ahora tira eso a la basura, lugar donde debió ir si no hubieses metido tú cabezota de rana.

—Eres un asco en esto. —Comenzó a caminar hacía mi dirección.— Déjame ayudarte.

—No necesito tú ayuda. — Era imposible como una niña 3 años menor que yo pudiese ayudarme escribiendo una carta.

—¿Estás segura? Porque —comenzó a leer, ahora en voz alta— 'Hola HyunJin, a veces luces tan linda que me dan ganas de comer pan contigo en los recesos' suena como si necesitases ayuda. — Dijo para después tirar aquella carta a la basura como se lo había ordenado momentos antes.

—Sinceramente es la mejor que he escrito.

—¿Por qué te es tan difícil? Es lo más fácil del mundo, siempre escribo cartas a mis amigas agradeciéndoles por estar en mi vida.

—No es 'lo más fácil del mundo'.

—Tampoco lo más complicado, por Dios, incluso eres buena dibujando que eso sí es verdaderamente complicado.

—No es cierto, no lo es...

—¡Claro que sí! Y realmente lo haces muy bien, demuestras tus sentimientos con ellos.

—¿Eso crees?

—Por supuesto. Pero ya que no quieres mi ayuda...iré a dormir. Buenas noches, hermanita, te amo aunque seas una testaruda. — Ahora estaba caminando hacía la puerta de mi habitación.

—YeoJin...

Dió medía vuelta al llamar su atención.

—¿Sí?

—A-ayúdame.

COLD | 2JINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora