- Aquí tiene, su taza de café. Ahora, siga hablando, necesito saber el resto de la historia.
- Gracias... disculpe ¿puede decirme la hora? – pregunté.
- Nueve y cinco ¿por qué? – preguntó el hombre en la habitación, extrañado.
- Por nada, siempre me ha gustado saber la hora.
- Genial, entonces ¿en dónde estábamos? – dijo apoyándose en el escritorio y juntando sus manos.
- Si...
<< Al día siguiente me levante por la madrugada para estar listo cuando fuese la hora de partir. Estuve toda la mañana pensando en el cofre ¿acaso se trataba de alguna psicópata? Yo dormí bajo el mismo techo de una asesina... era muy pronto para esas afirmaciones, debía estar seguro. Pensaba que de igual manera no debía preocuparme mucho, al llegar a la oficina no tendría mi empleo y volvería a casa, más nunca sabría de ella.
- Buenos días, Lucas.
- Buenos días Ileana ¿cómo sigues? ¿mejor?
- Sí... ya no estoy tan triste como ayer y estoy mentalizada en trabajar para recuperar lo perdido.
- Claro, entiendo. Así debe ser, es lamentable pero se debe tener fuerzas para seguir.
- Eres un chico bastante optimista ¿no? – dijo mientras soltaba una carcajada.
- Tengo veinte años ¿qué esperabas? Aún tengo un mundo por descubrir.
Ella se quedó pensando, parecía haberle traído buenos recuerdos. Dejó salir una casi imperceptible sonrisa mientras bajaba el rostro al suelo.
- Vamos – dijo tomando sus cosas.
- Perfecto.
Regresamos muy temprano al trabajo como lo había previsto, no era común en mí levantarme tan temprano y me estaba costando un poco mantenerme atento.>>
- Espera – me detuvo la persona conmigo en la habitación – hay muchas cosas que no entiendo, existen... huecos – dijo sin poder hallar la palabra para definirlo.
- Es usted muy testarudo y de lento aprendizaje. Lo diré de nuevo, no se apresure, puede perder detalles importantes por ello. Disfrute.
Volví a levantarme, comencé a reír suavemente mientras me dirigía a la pequeña ventana de la puerta donde estábamos, la tocaba... la acariciaba, lento y con mucho cuidado, era como acariciar el rostro de Ileana porque al igual que esa pequeña ventana, yo podía ver solo las cosas que ella me mostraba pero más allá de eso, habían terrenos por explorar, caminos por conocer.
- ¿Qué preguntas tiene? – dije volteando a ver el hombre en la habitación.
- ¿ Por qué no se impresionó al ver los brazos en el cofre? O ¿quién era ella realmente? ¿asesinaba personas? Si vivía ella sola ¿Por qué era tan grande la casa? Tengo muchas preguntas Sr. De Leon.
Solté una carcajada – ella tenía una línea de cosméticos, ya se lo dije. No, no era una asesina. La casa era muy grande porque perdió familiares que vivían ahí con ella. Es verdad, no me impresionaron los brazos en el cofre, se debe a un trauma muy grande vivido muy pequeño, ver unos brazos en un cofre... no me impresionó mucho, sumando el hecho de parecer ser plásticos. Sentí más curiosidad que pánico ¿Feliz? Ya respondí sus dudas, puede irse.
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Significado
RomanceEl significado de alguna cosa parte del siguiente principio "aquello que viene a la mente al nombrar algo". Puede ser un significado concreto como al mencionar una silla, mesa o algún otro objeto con el cual no podamos, de forma análoga, darle un si...