capítulo; 5

415 59 12
                                    

5-

El chico de cruz roja acariciaba los pétalos, procurando no dañar a la flor y por ende a la planta, aquella flor se trataba de una Dhalia de hermosos tonos rojizos y pálidos

─ Mamá está enferma, realmente me preocupa y quiero ir a verla.─ Soltó el chico mirando a la flor de reojo, aquella flor la había cultivado su querida madre desde hace años, aún le es desconocido el como años después aquella flor aún no se haya marchitado o tenga al menos una señal de que lo hará.─ Pero... papá se la llevo y no me deja ir a verla, ni siquiera me dice si le ha pasado algo malo o bueno.

Después de aquella afirmación, el castaño guardo silencio y dejo de tocar los pétalos de aquella flor, desde que su padre alejó a su madre de el, estuvo hablándole a la Dhalia roja, ahora se podría decir que aquella era su confidente, sabe cada secreto del chico.

─ ¡Ah! Olvide contarte que tengo una mascota en la casa, no se que tipo de animal sea pero tiene una forma muy rara de comunicarse conmigo, quería sacarlo a afuera para que te conozca, pero me da miedo a que se me escape, parece ser salvaje.─ Añadió la colonia española mientras miraba atrás de el, en la ventana se podía ver a un chico de cabellos de rubios observando lo con mucha cautela.

El chico de cruz roja giro y alzó su mirada hacia arriba al sentir como unas gotas de agua le caían en el cuerpo, el chico rápidamente cubrió a la flor con una manta de tonos oscuros, su madre normalmente hacia eso cuando llovía, ella decía que aquella flor necesitaba de un riego adecuado y sin cambios, porque le dañaría. Cuando la lluvia empezó a fortalecerse, el chico fue inmediatamente hacia a la casa, no quería oler a perro mojado todo el rato, se acercó a la puerta y la abrió, el chico entro de manera rápida y cerró con llave, no quería que la criatura se le escapará por un descuido de el.

Dirigió su mirada al de ojos de color azul con tonos rojizos, este aun mantenía su mirada cautelosa, observando con detalle cada movimiento que hacía el de sangre azteca, este se acerco con cuidado hacia el británico.

─ Creo que necesitas un nombre.

El otro rápidamente desvío la mirada  hacia la ventana de marco cafe, no tenía tiempo para socializar con "su secuestrador"

─ Tu indiferencia me duele.─ Bromeó el azteca mientras ponía su mano derecha en el pecho de una manera dramática.─ Tu actitud me recuerda mucho a la de los gatos ¿Será que eres una combinación de ellos?

...

─ Hablando de gatos, mi hermano Río de Plata tiene uno, es de pelaje blanco y tiene uno ojos igual de lindos que los tuyos─ Dijo el chico con una sonrisa en su rostro, mientras se sentaba en el sillón de tonos cafes acercándose al de ojos azulados.─ Aunque papá lo odia tanto que hasta una vez lo hizo volar por la ventana, fue difícil encontrar a Michi pero el esfuerzo valió la pena, tuvimos que hacerlo a escondidas de papá porque seguramente se iba a enojar, aunque siempre esta enojado.

El británico dejo de ver aquel paisaje y miro algo cansado al de cruz roja  ¿Qué acaso esa colonia no tenía un botón de apagado? Lo peor de todo era que ni siquiera podía entender lo que el de ojos oscuros hablaba tanto.

¿What? // N. España X Trece Colonias.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora