White Demon (Libro #1)

1: carretas y aldeas

Como todos los días, el Lord Ryuk sale en compañía de sus subordinados y camaradas para inspeccionar los alrededores de aquel extenso bosque a los pies de la montaña de nieve en el norte

El Lord Ryuk era tan imponente en tamaño y su mirada era tan fría y aterradora, nadie se había atrevido a contradecir a tan intimidante ser

La reina Luna lo había favorecido con muchos dones y él había sido tan leal, que nadie tenía sentimientos oscuros hacia él, al menos no los de su clan

Nunca falta un vecino envidioso de las riqueza y poder, pero para el Lord eso era tan insignificante y sin valor de molestia

En aquella tierra se podía ver distintos tipos de criaturas

Hijos de la naturaleza, descendientes de dragones y sirenas de río, sin olvidar las aldeas de humanos desprotegidos de los dioses que constantemente eran víctimas de demonios y bestias de la noche o día

Pero a pesar del mandato del Lord Ryuk, los demonios asesinos y saqueadores se arriesgaban a atravesar las tierras del Norte para llegar a sus tierras del Oeste o Este

Lord Ryuk Tenía el oído y el olfato mas agudo que todos los de su manada y los de las manadas vecinas y sin mucho esfuerzos pudo sentir en su nariz el olor de sangre humana mezclada con olor a demonio

- demonios - dijo alertando a los subordinados

- su majestad, por allá- señaló su mano derecha, un lobo Beta que siempre seguía las huellas de su majestad

Y así era, un grupo de demonios transportaban a caballo una carreta llena de humanos

- no quiero esa peste en mis tierras- dijo el rey, los subordinados entendieron y sin dudar se fueron contra la carreta

Descuartizando y decapitando a los demonios y persiguiendo a caballo a los que intentaban huir

Ryuk sintió una punzada en el pecho y un suave olor llegó a su olfato

El corazón del Lord se aceleró y aunque por fuera lucia tan frío y apático, por dentro su bestia interior clamaba por salir y llegar a la fuente de ese olor dulce y envolvente

- dejen que vea- ordenó antes de que los obedientes subordinados destrozaran a los humanos dentro de la carreta

Lord Ryuk se acercó sin bajar del caballo y le quitaron, a la no muy grande, carreta la curtida tela de encima

Descubriendo a un grupo de 6 mujeres humanas, un niño y un hombre

- esa peste- Lord siente repulsión por esta desdichada especie abandonada por los dioses y perdida de energía del rey del sol

Ryuk siente aun mas el pecho dolido y asfixiados sus pulmones mientras se acerca

Todos los humanos dentro tiemblan, pues la presencia del gran lobo blanco del Norte aterra a las pobres criaturas.

Se juntan en una esquina y desean con los ojos cerrados que el rey del pie de la montaña perdone a los desdichados

A un lado en la carreta, una inconsciente humana está tirada en el suelo, está sucia pero eso no cubre la belleza de su rostro

- ¿quien es?- dijo el rey señalando a la moribunda criatura

- señor, Lord del norte y asesino de miles, perdone usted a esta humilde familia humana- dijo el hombre, el mas viejo

- como te atreves a dirigirle la palabra a su majestad sin que se te diera permiso- dijo Asher, el beta

- no ha sido mi intención ofender a su majestad- dijo el hombre temeroso- pero mis hijos son aun retoños y no conocen tantos amaneceres como este viejo, ruego la piedad del lobo del Norte

Ryuk, que aun observaba a la inconsciente criatura, se destrozaba la cabeza por negar que esa criatura tan denigrante era su luna

- ella...- dijo el rey- dime ¿es de tu familia?- los aterradores ojos del Lord escanearon la expresión del humano

- no, es una humana maldita por los dioses, que le ha negado el don del habla- respondió el hombre- mi mujer la encontró siendo una bebé en las orillas de un río de sangre

Ryuk no sintió remordimiento, mas bien era un deseo incontrolable de destrozar el cuerpo de la criatura humana

Había escuchado de la boca de otros como se sentía encontrar a su luna, pero no era nada de lo que él sentía, si es su otra mitad

¿por qué quería asesinarla?

- entregala y tu vida será perdonada- Ryuk no esperó a que el humano aceptara, tres de sus hombres destrozaron la puerta y uno tomó a la humana en brazos

- mi Lord- dijo Asher con duda- ¿a que viene ese interés en esta moribunda criatura?

Ryuk lanzó una mirada asesina al Beta y Asher entendió que no debía indagar en el tema

Asher y Ryuk habían estado juntos desde muy jóvenes, se conocían como hermanos, por eso Ryuk no dudó en volverlo su mano derecha después de asumir el reinado del Norte

Pero Asher conocía la repulsión del rey a la especie humana, por eso no entendía nada de lo que hacía su majestad

- su majestad- habló ahora la mayor de las mujeres que tenía los ojos rojos conteniendo lágrimas, Ryuk la miró con el mentón en alto- e-ella obedece al nombre de Ryuichiro- tartamudeó con la voz gangosa por el llanto contenido

Asher al escuchar ese nombre sintió como su cabeza se sorprendió

- ¿ese nombre por qué?- dijo el beta, no quería ser idiota y decirle a su majestad que su nombre se parecía al de una humana insignificante.

- es lo que decía el pedazo de tela que envolvía su cuerpo cuando bebé- respondió la mujer, que se notaba que le dolía dejar ir a la pequeña

- bien- dijo Ryuk subiendo a la parte de enfrente de su caballo con una sola mano el cuerpo inconsciente de la humana- fuera de aquí y no vuelvan

El lobo blanco hizo cabalgar al caballo a toda velocidad de regreso a su palacio en lo alto del pie de la montaña

Pasando entre el pueblo y los miembros de la enorme manada, dejando una estela de aquel olor humano, sangre y demonio, algunos miraron con interrogación al rey del norte y los rumores de que el rey había matado a un grupo de humanos no tardaron en entenderse como fuego en pólvora

Ryuk llamó al curandero del palacio y al anciano sabio también

- ¿una humana?- dijo el médico al verla

- no es tu problema, ve que esté bien y nada puede salir de los muros de este lugar, de lo contrario pagarás con tu cabeza- Ryuk agitó las mangas de su traje y salió de la habitación

Necesitaba arrancarse ese olor a demonio y sangre de su cuerpo y nariz