Almas Conectadas [Pausada]

Dos

🐉La llegada a "Alpha cielo" 🐉

Skyler

El tiempo paso demasiado rápido para mi gusto. Dos meses de aquel hospital, de entrenamiento de aprendí a manejar a mi nueva yo. Tanto como Margarita y James fueron personas totalmente dulces y con una gran paciencia conmigo, lograron que por fin me sintiera en casa, me mantuvieron en su casa llena de cariño y lograron darme todo lo que en diecisiete años no tuve. Estoy entrenada para poder cumplir con excelencia mi misión.

Enero llego demasiado rápido para mi gusto, y estoy completamente lista para poder cumplir con una de las partes mas importantes de todo, la apariencia. Gracias a Ryler la hija de James y margarita logre entrar a la universidad donde ella estudia, tomando el papel de su hermana. Logramos encajar bastante las dos, ya que en verdad somos demasiado parecidas, mentalmente y físicamente, ella es rubia de unos hermosos ojos azules brillantes.

Ella me enseño como comportarme, dominar las habilidades, y poder lograr mi objetivo a la perfección. Ellos eran los encargados de entrenar a los ángeles, y eran realmente buenos y famosos.

Crearon un nuevo mundo para mi, nombre, familia, cuidad natal, amigos y se encargaron de cubrir todo a la perfección. Era a partir de hoy la hermana de Ryler Gambrell, la rebelde que fue llevada a un internado por años.

Hoy nacia Syler Gambrell. El Ángel guardián.

Acomodo mi ropa la cual consistía en una falda celeste clara con unas pequeñas margaritas y una blusa blanca de mangas acampadas pero que deja un pequeño escote en V, agregando unas zapatillas blancas.

Como necesitaba fingir que salía del aeropuerto directo a la universidad tomare un pequeño taxi. Mi falsa hermana había echo un acuerdo con la universidad para que pudiera estar en su residencia, que hasta donde se es sumamente privada.

Entro a la salda donde mis falsos padres me esperan con una sonrisa. Con el tiempo comprendí que ellos son unas personas de luz, iluminan todo a su paso y son tan felices que hasta lo contagian. Ojala fueran mi familia biológica. Ryler es tan afortunada de crecer en un mundo de felicidad, rodeado por hermosas personas. Aprendí por las malas que hasta el mas inocente tiene una mente corrupta y sed de sangre, aprendí en no confiar mas en nadie al menos que sea necesario. Y nunca era necesario.

—¿Preparada?—Ella me tiende una mochila.

Mi hermana se había encargado de todo, incluso hasta mi ropa y me advirtió que llevara solo lo mas necesario. Le sonrió y asiento a margarita, saben que no suelo hablar demasiado. Creo que fue una de las grandes consecuencias de el tormento que viví, ellos no nos permitían que habláramos, solo respirar y servir como objetos.

—Cuídate mucho, cariño—Deja un suave beso en mi frente.

Ellos eran demasiado afectivos. Fue demasiado extraño para mi sus intensas muestras de afecto hacia mi persona, no estaba acostumbrada a ellas.

—Lo hare. Gracias.

—No tienes que agradecer nada, somos tu familia. No dudes en llamarnos si es necesario.—James presiona suavemente mi hombro.

Sonreí y les doy el último abrazo. Entro al taxi y le indico donde tendrá que ir. La universidad no queda demasiado lejos, ellos querían tener a su hija cerca, y Ryler no quería salir de su lado. Las navidades junto a ellos, fueron una de las navidades mas increíbles que había pasado. Pero una parte de mi faltaba. Todavía no estaba completa.

Dos horas de viaje que por cierto hace que mi trasero quede mas plano que de costumbre, llego a la gran universidad. Pago al taxista y colocando la mochila sobre mi hombro colocandme frente a una gran casa, parece mas el monte olimpo a decir verdad.