Mientras el corazón da la llave para cada etapa del camino
Querido amigo,
Usualmente, el comienzo de las enseñanzas de las escuelas esotéricas presenta a la creación desde dos perspectivas:
-El macrocosmos: toda la creación, visible e invisible.
-El macrocosmos: el hombre
El macrocosmo, o creación es el sistema donde el hombre se involucra y evoluciona.
Nosotros comenzaremos con el estudio del macrocosmo utilizando un concepto algo común para las disciplinas esotéricas occidentales. Este concepto también se encuentra en el Este, pero de diferente forma. Si hay una diferencia entre enseñanzas orientales y occidentales, es mas en la elección de los nombres que en la premisa del concepto.
Usaremos los conceptos e imágenes más simples con el fin de aclarar, lo mejor que podamos, visiones muy complejas.
En el comienzo, existe el Uno o el Absoluto o el Ser Absoluto o el Gran Todo.
La Manifestación o No Manifestación procedente del Uno.
El Macrocosmos y el Microcosmos procedente del mundo manifestado.
Ahora que hemos dicho eso, agreguemos que la creación ocurre en tres estados:
A. La emanación de la Energía Primaria.
B. La diferenciación que crea dualidad en energía
C. La condensación o coagulación de la energía a materia.
EMANACIÓN DE LA ENERGÍA PRIMARIA:
Toda creación surge de una energía sutil que parece emanar del ''vacío'' que alimenta y da forma a la totalidad de las galaxias del universo. La palabra ''vacío'' la cual es usada por algunas escuelas, no nos satisface. Nosotros preferimos el término ''no-manifestado''. La energía está en el universo: se manifiesta; la energía no está en el universo, es un no-manifestado, pero Es. Esta energía puede ser comprendida como la Esencia del Uno, del Ser Absoluto. Una analogía India parece encajar aquí. Brahma exhala: el mundo desaparece y la energía progresivamente regresa al no-manifestado. Este soplo gigantesco que dura aproximadamente un billón de años es el gran y fundamental ciclo del universo. Este es el ritmo de la máquina-universo en su trabajo de ''Crear dioses''. Este ciclo guía progresivamente la semilla del Ser desde el Cero del comienzo, al Infinito del regreso.
(Ver figura 1)
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