Capítulo 2

24 3 5
                                    

Sam iba detrás de Daniel preocupada y este se detuvo derrepente y volteó a verla.

—Sam... D-deje mi libreta por como salí, iré por ella, ¿me esperas?— dijo tratando de sonar normal de lo asustado que estaba.

—No... Yo iré por ella espera aquí — dijo ella tranquila pero sospechando que algo pasaba con él, se dio media vuelta y camino de regreso al aula.

¿Qué pasaba con Daniel?

Que ella supiera la señora Collings no lo trataba mal, para que pareciera un niño traumado... Llegó al aula y vio a alguien ahí un chico de negro agachado, por reflejo miro hacia afuera del aula y luego adentro...

—Pero... ¿Qué?— susurró observando por todo el aula notando que... No había nadie. —Por favor que solo halla sido mi imaginación y nadie se haya muerto en este colegio, esos jueguitos de que era un panteón ya pasaron de moda— se dijo ella misma viendo la libreta de su amigo en la mesa.

Observó la libreta y se quedó pasmada era lo que ella vio aunque sólo fue un segundo en el que notó algo.

—Jajaja no, no puede ser cierto... No, no, seguro sólo es coincidencia de que Daniel haya dibujado eso —susurro con nerviosismo en la voz tomando la hoja de la libreta y arrugándola para hacerla bola con las manos.

•••
••••
•••••

—Sam se tardó... — dijo preocupado y quiso caminar pero alguien lo jaló del brazo, para después estamparlo contra un casillero.

—Así que... eres el nuevo, el rarito que se la pasó como un mocoso tonto haciendo garabatos en la libreta— dijo un chico que le ganaba en estatura y con una sonrisa de superioridad.

—¿Y tú eres?...— dijo Daniel tratando de sonar calmado no quería tener problemas el primer día y Sam que tardaba.

—Me llamo Fernando pequeña escoria... Solo quería advertirte que no quiero verte atravesandote en mi camino, lo digo por tu bien— lo azotó una última vez haciéndolo quejarse del dolor, para después soltarlo.

—Seguro... No me meteré contigo— dijo sobando su espalda por el dolor y de reojo miró a un chico de negro recargado aun lado de él y volteo rápidamente notando... Nada.

—Eso esperamos niño— dijeron los demás que acompañaba a Fernando, mientras se iban.

Sam salio del aula dando una ultima vista y vio de nuevo a ese chico pero esta vez viendo por una ventana... ¿Pero qué carajos?... Asustada parpadeó y ya no había nada.

—Esto no es cierto— vio a los chicos que pasaban por ahí y cerro la puerta asustada, luego de eso corrió en dirección a Daniel.

¿Qué había visto?
Definitivamente ella tendría una buena charla de cosas paranormales con su hermana mayor.

—¡Sam!— grito Daniel y Sam se acerco a el dándole su libreta. —La encontraste... Gracias por ir a buscarla —

—De nada... Oye, ¿qué hacías durante la clase?— preguntó curiosa y el castaño se tensó un poco y ella lo notó.

—Un dibujo de un chico extraño... ¿Lo viste?, seguro si, deje la libreta abierta, no estoy loco... Todo está bien, sólo me distraigo— dijo suspirando preocupado.

—Tranquilo, esta bien... Ahora vamos a comer algo de la cafetería — invitó Sam tratando de sonar tranquila después de lo que vio.

No sabía si lo había imaginado solamente por tener la mente en otro lado que no era en su alrededor.

Estaban comiendo tranquilos, Daniel parecía más normal, veía a los chicos jugar fútbol y todo eso cambio Sam estaba algo inquieta ya que miraba a todos lados buscando al chico de capucha... Lo que la distrajo de su búsqueda fue un balón que callo en la cabeza de su mejor amigo.

—¡Auch!— se quejo el castaño sobando su cabeza cerrando los ojos por el dolor.

—Pequeña mierda, te dije que si te atravesabas en mi camino lo ibas a pagar... Ahora a lavar el balón que tocó tu asqueroso rostro— dijo Fernando tomando el balón Daniel lo miró con enojo, él no había hecho nada en absoluto.

Algo lo hizo fruncir el ceño pero en forma de confusión al ver al encapuchado ponerle el pie a Fernando y haciendo que este se callese de boca al suelo... Todos se burlaron de ello y el encapuchado en un parpadeo de Collings desapareció.

Las cosas de ahí en adelante iban a empeorar eso seguro...

舞~¿Esⷬ Sóͧlͨoͣ Miⷴ Meͭnⷨtⷯeͮ?~舞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora