Estos sucesos ocurrirían cuando Pavel y Anthony se enteraron que eran guerreros ocultos, pero en una región más alejada de donde estaban estos antes de emprender sus viajes.
Exequiel y María, dos hermanos mellizos que vivían en la zona 3 del continente, se encontrarían paseando por una plaza, en la cual había una hermosa fuente, sumado al verde césped que estaba para poder hacer picnics ahí. Los mellizos estaban caminando de manera tranquila, volvían de la escuela y pasaban por ese lugar para distraerse un poco y relajarse. Una vez llegado a casa, cada uno iría a sus habitaciones respectivas.
María era una chica amable y comprensiva, le gustaba hacer amigos y adoraba hacer muchas cosas que sean divertidas para ella, pero su hermano Exequiel era frío y no le gustaba estar cerca de personas, el típico chico que se sentaba solo, y que en trabajos grupales prefería arreglárselas por sus propios medios, aunque su hermana se veía obligada a acompañarlo en ese tipo de trabajos, sin embargo Exequiel era alguien a quien era mejor no hacer enojar, ya que llevaba un trauma desde sus 8 años.
En la hora de comer, María comería mientras le contaba a su madre lo que paso en la escuela, mientras Exequiel no decía ni una sola palabra, solo ingería la comida de su plato de manera lenta y calmada. El padre le pregunto a su hijo si quería ver fútbol con él, a lo que el chico acepto con un "si" muy seco, ya que el sí jugaba fútbol, y era algo temido ya que si se enojaba su personalidad neutral cambiaba a agresiva.
Padre e hijo mirarían aquel deporte, la típica escena del padre gritando insultos a mas no dar mientras que el chico no decía nada, solo se concentraba en el partido, notando cada movimiento que los jugadores hacían. Por otra parte madre e hija estaban jugando juegos de mesa, mientras esperaban a los otros dos, pero lo raro fue que Exequiel en vez de aceptar jugar decidió irse a dormir.
Luego de jugar, la familia entera estaría descansando, notándose una vista de la casa, pasando por encima de ella una estrella fugaz.
Maria abriría los ojos de repente, notando algo que no iba bien, se encontraban en un lugar que ella conocía bien, estaba dentro de Battleworld, pensó que era un sueño y se pellizco el cuerpo para ver si despertaba, pero no, era muy real, y a su lado estaba su hermano mirando al cielo.
- Exequiel, estamos en Battleworld. Le dijo la chica emocionada.
Sin embargo, su hermano solo se levantaría, sacudiéndose un poco la ropa, y en ese instante notaria un ruido, algo se acercaba a ellos dos, por lo que el chico sin pensarlo dos veces agarraría a María del brazo y la empujaría consigo a un escondite.
- Ah, pensé que eran bestias para ganar premios. Decía un avatar, con la voz de un niño que estaría jugando en ese preciso momento.
Ambos hermanos entraron en razón, y pensaron que si dejaban que alguno de estos tipos les hiciera algún daño, ellos morirían instantáneamente al no poseer características de combate. De manera sigilosa, los dos correrían a buscar algún lugar donde pudieran escapar, sabían que su madre se pondría histérica si no los veía en la cama o en la habitación, así que tenían que darse mucha prisa.
Los mellizos llegarían a una aldea de elfos, María sabía que ahí no podrían ser atacados por jugadores, por lo que guiaría a su hermano por la aldea, notando que había un elfo que los estaría llamando, por lo que ambos se acercarían a este.
- Bienvenidos jóvenes, por favor pasen a mi casa. Diría aquel elfo con amabilidad.
- Muchas gracias señor. Respondería la chica entrando.
Una vez los dos hermanos adentro, aquel elfo cerraría la puerta, así presentarse ante ambos.
- Un gusto, mi nombre es Seudors, y son un elfo de élite.
- ¿Un elfo de élite? ¿Acaso son los legendarios? Preguntaría con emoción la chica.
- Así es jovencita, y ustedes serán los guerreros ocultos ¿verdad?
En ese momento ambos se quedarían confundidos ante las palabras del elfo, por lo que este les explicaría de la profecía, de los guerreros ocultos, y que estos junto con otros cuatro jóvenes más debían enfrentar a Deathmare Knight. Aquel relato que Seudors les contó, los dejo a ambos sorprendidos.
- Jóvenes, deben escapar de aquí, yo les guiare a donde está el portal que los llevara a casa, no tenemos mucho tiempo, súbanse a mi grifo.
Los dos hermanos harían caso y se subirían con el elfo al grifo de este, el cual volaría rápidamente para donde estaba un portal, pero en eso, notarían que flechas iban hacia ellos, siendo jugadores que ahora estaban a mando de Deathmare Knight, y que ordeno justamente invadir esa zona, por lo que los tres caerían en picada al ver que el animal que los llevaba estaba herido de muerte. Al caer los tres se levantarían muy lastimados, el golpe fue muy fuerte, pero debían continuar para llegar a aquella zona, por lo que decidieron ir a pie.
Seudors se encargaba de sacar de encima a todo impedimento que se les atravesaba, aunque se les complicaba el avance en las junglas, pero con su determinación a llegar a aquel portal, no iban a rendirse de manera fácil.
Después de las junglas tenían que cruzar toda una cordillera montañosa, notándose la aurora boreal al ser de noche, una hermosa vista para ser un juego maldito, siendo el siguiente obstáculo el valle de los mucinos, unas bestias asquerosas, las cuales Seudors podría repeler, aunque debía cuidar de que nada atacara por la espalda, ya perdió a su grifo, no podía dejar morir a los dos elegidos en este recorrido que parecía ser cada vez mucho más largo. Pero todo sacrificio tiene su recompensa, los tres lograron llegar a aquella zona, logrando estar cerca del portal, pero un temblor haría que los tres cayeran al suelo de lo repentino que fue.
- Vaya vaya, dos almas jugosas y un poco de poder virtual servido para mí. Diría sonriendo Deathmare Knight.
- Los dos, huyan ahora. Gritaría el elfo dispuesto a pelear.
- NO, no te dejaremos morir. Gritaría triste la chica.
- Debemos irnos, no hay elección. Diría Exequiel serio.
Pero antes que pudieran dar un paso, el ente golpearía a los tres a la vez, haciendo que los hermanos escupieran sangre mientras que Seudors se retorcía del dolor, empezando un combate muy difícil contra aquel monstruo, notándose que el estaría perdiendo.
Deathmare Knight elevaría su hacha para matar a Seudors, pero una flecha con una energía rara le daría en su ojo, siendo María quien la disparo desde un arco que encontró.
- ¿María, fue usted? Pregunto el elfo mal herido.
- Si, fui yo. Respondió sonriente.
La felicidad no duraría demasiado, el ente trataría de ir a por la chica, dando un hachazo que sería repelido por una espada, la cual estaba empuñando Exequiel. Deathmare Knight miraría a Exequiel, algo dudoso, pero otro flechazo daría en sus ojos, haciéndolo retroceder, ya que esa energía era la de los guerreros prohibidos.
Ambos hermanos harían un contraataque feroz contra el ente, logrando alejarlo, para luego acercarse a Seudors, pero este los miraba muy grave, tenía los ojos muy desorbitados, y su piel estaba muy pálida.
- Chicos... escapen ahora... no hay tiempo... s...son geniales los dos.
El elfo muere al dar su último mensaje, por lo que Exequiel se llevaría a María del lugar, atravesando el portal.
Al volver al mundo real, aparecerían en la fuente, por lo que se levantarían rápido y correrían a casa, así entrando a la habitación de María, siendo interceptados por su madre, quien parecía molesta, y más cuando le dijeron lo que paso. La madre no les creyó, pero a ambos les saldría la marca, provocando el desmayo de la mujer.
Luego de una hora la madre se despertaría otra vez, y los mellizos les mostrarían la marca del golpe que recibieron, sumado a que su aliento era olor sangre, por lo que la mamá de ambos no le quedaría otra cosa más que creerles.
Esa misma noche, mientras todos dormían, Exequiel estaría soñando que caminaba por un prado, mirando muchas plantas de pasto alto, en eso, un hombre de traje azul se le acerco, y este puso su mano sobre su frente y le dijo lo siguiente.
- Te concedo todo de mi chico, recuerda, te están vigilando.
Exequiel despertaría de golpe, mirando a los lados, pero noto que solo fue un sueño, volviendo a dormir.
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Battleworld: la maldición del juego.
FantasyLa empresa Breaking Videogames S.A en un intento de tener el monopolio de los videojuegos, logra de la mano de una mente maestra la llave al éxito, pero algo no sale bien... Gracias a eso se desencadenan eventos extraños que afectarán a toda la pobl...