Capitulo 1

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Abrí mi armario, eran las nueve de la noche, se suponia que debia estar durmiendo, pero no, hoy no, hoy cumpliria uno de mis más grandes deceos, hoy yo Progressus Metzul conoceria la noche y la oscuridad, era el momento. saqué una ramera negra q le habia robado a mi hermano y unos shorts de papá, y unas zapatillas café  que utilizaba para hacer cosas en el jardin, la razón porque no tenia negro en mi armario? las niñas lo tenian prohibido, porque era triste y no ayudaba a mejorar el estado de animo, tonterias. mi ventana tenia un sistema de alarma instalado, pero ayer logre espiar a el guardia poniendo la alarma y descubrí el codigo 258, todo calzaba 25 del mes 8, el día de la liberación. 

Sonó aire liberandose mientras abria la ventana y viento fresco choco contra mi cara, enganche una cuerda deslizante a la ventana y comenze a bajar, durante el día me habia encargado de apagar la camara que apunta asía mi habitación. Aterrice en el pasto apollando mis manos y senti humedad, rocio, habia leido sobre esté en mis libros de biologia, rapidamente sali de la casa saltando la reja, me juntaria con un par de amigos en el parque y luego nos iriamos al lago a ver las estrellas, no veia mucho ya que era de noche y realmente me enamore de esa niebla oscura que inundaba mi vista, amaba la noche... ¿Todo lo que estaba prohibido seria igual de asmbroso?.. algún dia lo descubrire.

Al llegar al parque me econtre con Trissa, una amiga de la escuela, y con Jonnob un chico que solo se apunto a esto porque ama hacer enfadas a sus padres, Jonnob llevaba una gran mochila con el.

-¿Que traes ahí? Le pregunte al chico alto que se recogia ese gran paquete negro para ponerselo contra la espalda.

-Un telescopio- Respondió, y una enorme sonrisa se formo en mi cara.

-Grandioso- susurre un poco alto, una especie de grito susurrado.

Nos dirigimos como ninjas hacia el lago, tratando de que ningúna camara nos detectara, al llegar bajamos por unas rocas yo me quite los zapatos, me adentre en le parte menos profunda del rio, me quede dos minutos mirando hacia arriba, contando las estrellas y tratando de ver si lograba distinguir alguna constelación, escuchaba los grillos y el sonido de la naturaleza, la paz que sentia no podia ser mayor.. '¿porque papá habra instaurado el toque de queda? no lo entiendo.

Jonnob habia instalado el telescopio, primero miraron ellos dos y luego yo, puse mi ojo en el lente y un brillo enorme alcanzo mi visión, era totalmente bello, senti un odio hacia mi padre por haberme ocultado esto tantos años, despues de unos cinco minutos observando me sente junto a mis amigos en las rocas.

-¿Porque creen que nos habran alejado de esto si lo unico que se siente en la noche es paz?- Pregunte a mis amigos, pensativa

-Porque los adultos son unos imbeciles que le temen a todo- Dijo el chico del grupo en un tono un poco enfadado, lleno de rabia, tanto el como yo a los 16 años no entendiamos las reglas.

-No hables asi, generalizar no sirve de nada, ademas que debe haber alguna razón, talvez cuando la gente salia en la noche ocurrian cosas peligrosas, quien sabe.

-Aun asi me parece exagerado- Replique yo.

Una luz nos apunto a los ojos y una alarma comenzo a sonar, los Libertadores nos habian descubierto, comenzamos a correr a más no poder, cruce el rio mojandome todos los pies, no veia nada, llegue a una especie de bosque y me rasmille todas las piernas con los arbustos, la verdad esque corria sin dirección, nose que pasaria si nos atrapan, no quiero averiguarlo, corrí y corrí mi respiración estaba agitada y me dolian las piernas, nose donde se fueron mis amigos, pero eso no es lo que más me preocupa, ahora necesito esconderme yo, un arbusto a la derecha se veia bastante eficiente, me sente como pude debajo del arbusto, la alarma se escuchaba lejana y no habia rastro de luces, talvés logre pasar la noche acá y apenas vea luz me ire a casa, como mañana es domingo talvés mis padres no se den cuenta de mi ausencia ya que suelen dormir hasta más tarde, talvés lo logre ahora solo necesito quedarme en silencio y esperar que pasen las horas. 

GressDonde viven las historias. Descúbrelo ahora