Para la persona que siempre odié

c a p i t u l o 4

Me besó.

Matt me besó.

Después de eso recuerdo que caminamos a mi casa con nuestras manos entrelazadas, me dejó en la puerta y se fue caminando tranquilo, pero cuando lo mire por la ventana vi que estaba bailando de felicidad. No era para tanto.

Bueno, yo no soy para tanto.

El lunes en el instituto me encontré con Dani, Camille, Astrid y Colette.

-¿Nos dirás donde has estado todos estos días?- dijo Dani, alzando una ceja, como una madre esperando las mentiras de su hija adolescente.

-Mmm... pues yo tuve una cita- aclaré tan rápido que creí que no lo entendieron.

Danielle era hermosa, su cabello negro le llegaba hasta la media espalda, su cuerpo tenia algunas curvas donde perderse, sus largas piernas la hacían obtener todo lo que quisiera, de su rostro ni hablar, su piel era pálida y tersa, sus ojos de un color verde con motas doradas era lo que mas llamaba la atención, su nariz perfilada y sus labios perfectos la hacían toda una delicia a quien tuviera buen gusto.

-¿Cómo?- dijo Camille impactada.

Camille era esa clase de chica bajita que por mas que comía no engordaba, te daba tanta ternura que no podías negarle nada. La mayoría del tiempo su cabello estaba recogido en una coleta alta, rubia, con ojos azules mas claros que el cielo, largas pestañas y su cuerpo era hermoso, sus pecho no eran grandes, su cintura era pequeña y tenia un trasero que la favorecía. Es algo así como la chica mala del grupo.

Astrid, querida Astrid, es la clase de persona que puede hacer que la odies un minuto, pero al otro la ames, su cara está tallada por los mismos dioses, sus ojos son tan profundo que te llevan al infierno y te traen de vuelta, de la cintura para arriba su ropa era holgada, sus pantalones siempre eran jeans azules o negros, estaba más que segura de que debajo de esa ropa holgada escondía el mismísimo cielo, era la chica más desinteresada que había conocido, era la odiosa del grupo, pero igual la quería demasiado como para dejarla ir. Ella es una de las personas con las que mas me llevo.

Y por ultimo Colette, la persona mas egocéntrica y la niña de papi, las personas no suelen juntarse con ella, debido a sus constantes insultos y criticas hacia las mismas, su cabello rojo resalta demasiado, sus prendas apretadas dejaban no mucho a la imaginación, era alta, su piel es mas blanca que el papel, sus ojos eran cafés y siempre le encantaba usar demasiado labial, rojo intenso, por supuesto. Se pega a mi como un chicle y siempre esta tratando de abrazarme, no se como demonios termino en mi grupo. Ella es muy... grosera y mandona. Una vez estábamos riendo todas, Danielle soltó un chiste hacia el crush de Colette y ella... Dios.

Flashback

-Sea cual sea la razón por la que todos nos miran, debo aclarar que no es porque seamos bonitas- dijo Astrid  con una sonrisa pequeña mirando a nuestro alrededor.

-Dios mio Astrid, solo nos ven porque somos las más torpes de este lugar.- todas estallaron en carcajadas al escuchar mi comentario.

Estamos sentadas en las gradas de la cancha de football, habían pocas personas ahí, pero nos estaban observando. Dani estaba en medio de Astrid y yo, al frente de nosotras Camille y Colette estaban de pie.

-¿Torpes? ¿Nosotras? Me ofendes cariño. Torpe el amor de Colette a Colton- dijo y estallamos en carcajadas de nuevo. Ni puta gracia, pero asi somos.

-No es gracioso- dijo Cole cruzando los brazos molesta.

-Si que lo es- dijo Dani sonriendo.

Nos sumimos en una silencio total durante unos segundos antes de que Cole le diera una bofetada a Dani y su rostro se girara bruscamente hacía mi persona. Dani tardó segundos en reaccionar y así es como acabamos en el hospital esperando escuchar que Dani solo le rompió el tabique a Cole con su puñetazo.

Estallé en carcajadas al recordar todo lo ocurrido, las demás me miraron como si estuviera loca y después de unos minutos se unieron a mis risas.

-Jo, que mierda.- habló Dani sosteniendo una bolsa de hielo en su mejilla.-¿Debería disculparme?- dijo con una sonrisa mirando hacia abajo.

-No lo creo- dijo Astrid suave- No tenias que burlarte así, aunque no fue para tanto, no debió golpearte. Estoy orgullosa de que le hayas devuelto el golpe.- dijo y todas asentimos de acuerdo mientras veíamos salir a Cole con una venda en su nariz y sus alrededores estaban morados por el golpe, parecía un titere de Sesame Street.

-No se atrevan a volver a hablarme- dijo hablando gracioso por su nariz tapada.

-Vamos, no fue para tanto.- dije calmada y ese momento ingresaron sus padres con semblantes preocupados.

-Debemos irnos, lo sentimos, adiós- dije alargando la ¨O¨ , les hice un gesto a las chicas para que vieran a los padres de Cole y ellas también se despidieron rápidamente.  

-Uff, espero que esta vez ya no nos hable.- dijo Danielle suspirando una vez que estábamos fuera del hospital.

-Ojalá...

Actualidad

-¿Quien fue el afortunado?-dijo Astrid sonriendo.

-Matt- dije mientras me sonrojaba- Y nos besamos- dije tapándome la cara.

Mis amigas soltaron chillidos de emoción y mi mirada recayó en Cole, que no se movía, dudaba si todavía respiraba.

-¿Cole?- dije y todas la miraron confundidas.

El ruido de su palma impactando con mi mejilla me desubicó un momento. Le pegué una cachetada mas fuerte.

¿Que carajo le pasaba con las cachetadas?

Cuando se recuperó me miró con ira, todos sus poros destilaban enojo total, pero ya no la soportaba.

-¿Que mierda Cole?- dije acariciándome la mejilla, seguramente roja por el golpe. Mire a mi alrededor y todos nos rodeaban. Mis amigas miraban impactadas a Cole.

-Eres una zorra en la expresión total, desgraciada, ¿Como pudiste besar al chico que me gusta? Maldita sea, no me vuelvan a llamar en toda su vida.- dijo esquivando a todas las personas que nos rodeaban.

Mis amigas ahuyentaron a todos los metidos y unos minutos después rieron.

-¿Otra vez? Joder espero que esta vez cumpla su promesa- dijo Danielle haciéndome reír.

-Deberíamos entrar a clase.-dije respirando después de reír.

-Nos vemos luego- dije acompañada de Astrid, nos tocaba la misma clase así que eso me subió el ánimo.

Astrid pasó su brazo por mis hombros con confianza.

-Siempre tu felicidad primero- dijo mirando al frente.-Siempre.

N/A:

Sip, algo largo el capítulo, y aunque muchos crean que alguien es capaz de golpearte solo por su crush, déjenme decirles que una vez me pegaron una bofetada por un chiste así, entonces se la devolví mas fuerte y ahora ella busca una oportunidad para golpearme siempre.