Capítulo 3

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No pudieron salvarse del regaño que les dio su abuela pero no se quejaban, sabían que ella solo estaba preocupada por ellos

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No pudieron salvarse del regaño que les dio su abuela pero no se quejaban, sabían que ella solo estaba preocupada por ellos.

¿Y como no iba a estarlo? Si llegaron ya caída la noche, sucios y heridos.

Para suerte de ambos su padre no había regresado. De seguro él si los hubiera reprendido.

—No estés triste Kou.

Teru acarició la cabeza de su hermano, brindándole consuelo.

Él menor estaba deprimido porque su abuela les había prohibido regresar al bosque a practicar. Esto era solo hasta que sus heridas sanaran.

Porque no solo Kou había resultado herido. Teru, al no estar acostumbrado al uso del rayo espiritual, dañó sus manos las cuáles tenían algunas quemaduras leves y ampollas.

Kou no lo sabía ya que estás estaban vendadas y Teru tampoco tenía intenciones de decírselo. No iba a generarle más tristeza a su hermano por lo que había inventado una excusa.

Que se había raspado las manos cuando fue en busca de agua al río.

Kou le creyó de inmediato. Se sentía mal por mentirle pero era lo mejor.

—Nii-chan ¿Cuanto crees que tarden en sanar?— Preguntó mirando su pie vendado y luego las manos de su hermano.

—Ya han pasado dos días, seguro muy pronto estaremos bien. Aprovecha este tiempo para descansar.

Le respondió él mayor poniéndose de pie y revolviendo los cabellos de su hermano antes de retirarse de la habitación.

Al quedarse sólo, Kou se recostó sobre el futón, mirando fijamente el techo de madera.

No estaba preocupado por perderse algunos días de práctica, eso era lo de menos, estaba preocupado por aquel niño.

Habían pasado dos días desde aquel incidente. No podía asegurar que estuviera bien, no en ese bosque ¿Porque sus padres lo dejarían vagar tan tarde en un lugar como ese? o talvez no tenía padres y estaba sólo.

Pensar en dicha posibilidad lo entristeció.

El sonido de la puerta abriéndose lo saco de sus pensamientos.

—Kou ¿Quieres acompañarme a hacer un encargo?

Le preguntó Teru mientras le sonreía. Trataba de animarlo un poco.

—¡Siii!

Se puso de pie con cuidado de no empeorar su herida, aún así, no podía ocultar su emoción.

Esa sería la primera vez que visitaría el pueblo.

•·✡︎·•

El pueblo era más grande de lo que hubiera imaginado.

Su hermano lo llevaba de la mano, Kou no era un niño que causara problemas o se alejaba cuando no se estaba muy al pendiente de él sin embargo Teru temía que llegará a perderse... de nuevo.

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