Oveja negra, oveja sucia

Descubrimiento

Resumen:

Ambos, internamente: "¡¿Por qué te gusta esto?!"
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"Oh Guanyin". Esto otra vez".

"Sí". Shen Jiu golpea su pie lentamente. "Esto otra vez".

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Volvieron a su estafador estilo de vida nómada con facilidad, ahora con más material como fuentes para citar al azar. Las obras maestras de Yue Jiu de alguna manera se volvieron aún más disparatadas y coherentes con cada copia. Un día Luo Binghe no se sorprendería de que alguien se las arreglara para realizar un hechizo funcional de esos locos manuales con un resultado catastrófico.

 También añaden su repertorio vendiendo... cosas.

"Sí, esta es una perla de jade en forma de lágrima del Hada de las Nieves". Luo Binghe le dice tonterías a un par de doncellas de pueblo sin cerebro. "Hermanas mayores, sólo tenéis suerte. Sólo tenemos dos de estos preciosos artefactos. Nuestros maestros los obtuvieron con gran dificultad de la morada del reino de las hadas de la Montaña Xuedi." ¿Dónde coño está eso?

El par de potenciales compradores miraron con avidez los llamativos colgantes azules. Luo Binghe miró a Yue Jiu que seguía jugando a venderle a otro idiota mientras ponía un precio exorbitante al ungüento para ancianos de Yan Huozhe que fue recientemente bautizado como la receta de la píldora de la longevidad.

"Las hadas hicieron estos amuletos mágicos para mantener su piel tan brillante como la nieve." Lo que significa que si la tuya no es así desde el principio, sigue soñando.

Al final de su discurso de venta totalmente ficticio, las doncellas están felizmente flotando con las baratijas originalmente dadas por una de las hijas amorosas del clan Yan.

Mientras que la mayoría de sus cosas dadas por la generosidad de la Secta Yan se dejan atrás para crear una escena del crimen muy convincente, Luo Binghe había logrado acumular una gran recompensa de varios miembros femeninos del clan Yan. Una de ellas era la supuesta prometida de Yue Jiu.

Luo Binghe estaba bastante preocupado al principio de que Yue Jiu se sintiera traicionado u ofendido, sabiendo que Yan Shanxi siempre intentaba empujar a la chica a Yue Jiu. Luo Binghe debería haberlo sabido cuando se encontró acorralado y le arrebataron todo su botín y lo guardaron para "futuras emergencias" por el mocoso oportunista. Fue despedido sin ceremonias con un claro estímulo para "mantener viva a la mujerzuela". El maldito mocoso incluso se atrevió a enviar al azar a mujeres de todas las edades que parecían remotamente simpáticas (y afortunadamente no de aspecto terrible) al camino de Luo Binghe en un intervalo aleatorio.

Por primera vez en su vida, Luo Binghe había experimentado plenamente la sensación de ser un chulo. Gracias a Dios por los ejercicios de respiración, ya que eso frenó su impulso primario y justo de meter la maldita baratija en la nariz engreída de Yue Jiu.

"¿Por qué no puedes ser tú el que haga eso?" Preguntó cansado después de un largo día de rebotar de una camarera, otra sirvienta de cocina y la sobrina de Yan Huozhe, todo mientras se mantenían ajenos el uno al otro. Nunca tuvo la necesidad de discreción con su harén. ¿Quién iba a saber que las citas normales eran tan agotadoras?

Yue Jiu presionó maliciosamente su cabello. “¿Yo? ¿Me lo preguntas a mí? Paso. No estoy hecho para soportar ese tipo de interacción. Será tan espeluznante para mí y para ellos."

"Nunca tendrás sexo". Luo Binghe concluyó con una gran perspicacia. Yue Jiu le hizo una llave de cabeza.

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