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CUANDO LOS CULLEN SE FUERON, June apareció en el medio del bosque. Estaba vestida igual al momento en en el que recordaba haber muerto. Su mente vagó por sus recuerdos y pudo ver a unas siete personas. Formó una mueca al ver como ellos no se preocuparon por ella cuando murió.
— Soy Ander, y estoy aquí para ayudarte.
June miró al chico pelinegro y sintió una extraña confianza. Sonrió un poco y se acercó a él.
— Tienes un don oculto, y uno muy poderoso. Te ayudaré a controlarlo. — Ander tendió su mano y June la tomó.
— June Cullen.
Y cuando se presentaron formalmente, Ander sonrió y todo comenzó a dar vueltas en aquel lugar. June pudo ver todo como un borrón, algo difícil para un vampiro. Sintió como le tiraban de diferente partes del cuerpo hasta que tocó tierra y calló de rodillas.
— Lamento eso. — Ander murmuró con una pequeña sonrisa, y le tendió la mano a la chica para ayudarla a levantarse. — Estamos en las afueras de Alabama. Y bienvenida al lugar de entrenamiento de los brujos.
Luego de que se levantara, miró con una sonrisa todos los árboles y las cabañas que se veían a la distancia. Conocía muy bien todo aquello de la magia, ya que como humana se había interesado wn aquello.
— Es hermoso, nunca pensé que fuera así. En los libros los describían como un bosque oscuro. Pero es totalmente opuesto. — June habló con una sonrisa, sintiendo la emoción.
— Vamos, te daré una vuelta por el lugar y luego te llevaré con la persona que te va a ayudar. — Nader habló, y puso una mano en el hombro de la chica para luego caminar.
Aquel lugar era enorme, las cabañas eran magníficas y protegidas con magia según Ander. Había un llano, donde practicaban y peleaban. Al igual que un riachuelo donde hacían diferentes eventos.
Al final del recorrido, Ander caminó hasta la cabaña número cuatro. Tocó la puerta, y esperó unos segundos. La puerta fue abierta por una chica morena, la cual sonrió emocionada.
— Tú debes ser June. Soy Kim, te ayudaré en todo y además que compartiremos cabaña. — La chica morena habló con una sonrisa enorme mientras abrazaba a modo de saludo a June.
Ander sonrió y negó con la cabeza. Kim se dio la vuelta y le dejó un beso en la mejilla.
— Gracias amor, por ahora yo me haré cargo de la querida June. — Kim sonrió y caminó al interior de la cabaña junto a June.
