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JUNE ABRIÓ SUS OJOS y rápidamente se reincorporó del manubrio del auto. No sabía si aquello que había visto, era real, pero decidió no darle vueltas al tema. Sin dudarlo, salió de la casa, pasando los árboles que rodeaban esta.
Tiempo después la castaña se bajó del auto, con el peinado intacto y su vestido un poco estrujado. Agradeció que fuera de noche, por lo que pudo correr y llegar a su habitación en el hotel en unos segundos. Apenas abrió la puerta, se despojó del vestido y el peinado, para ponerse ropa más cómoda.
Se vio obligada a salir de su habitación cuando escuchó las voces de los demás en el salón que tenía la villa. Apenas abrió la puerta, se encontró con miradas emocionadas de parte de los hechiceros.
— ¿Cómo te fue? ¿Te reconocieron? ¿Le besaste? — Las preguntas vinieron en conjunto, todos estaban hablando a la misma vez, abrumando a la castaña.
Cuando se dieron cuenta que la casta no tenía una sonrisa en su cara se detuvieron. En un instante se encontraba sentada en el sofa con un envase de helado frente a ella. Austin y Ander estaban a sus lados, mientras que Kim, Jen y Andy sentadas frente a ella.
— Lo siento, June. — Jen fue la primera en hablar, mirando con una mueca a la chica.
— No puedo comer esto. — June habló señalando el envase de helado, y pudo ver como Austin lo tomaba y comenzaba a comer de este. — Y está bien, estuve mucho tiempo fuera. Creo que era algo de esperarse, ¿no?
June habló con una sonrisa mientras sus ojos comenzaban a llenarse con lágrimas.
— Es mi culpa, principalmente. — Ander habló mirando el suelo, pero luego levantó la mirada. — Enserio, lo lamento.
La vampira sonrió de lado y abrazó al chico, y segundos después los demás se unieron al abrazo.
— Gracias. — June habló separándose del abrazo, y luego le sonrió a sus amigos. — Creo que debemos volver a Alabama, estaremos mejor allá.
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LA MIRADA DE JUNE CALLÓ en la mesa frente a ella. Sabía muy bien que O'Neil les haría la vida imposible al volver, y era de esperarse que estuvieran en el directorio siendo interrogados.
— ¿De quien es la culpa principalmente? — El jefe puso su mano sobre la larga mesa en la que estaba frente a aquel grupo.
La vampira suspiró y miró a los ojos a su jefe.
— Es mi culpa. — June habló, pero para sorpresa de O'Neil, en coordinación con los demás presentes.
— ¿Entonces todos son culpables? — El hombre se puso frente a ellos sonriendo irónico. — ¿A donde fueron? — El jefe habló borrando su sonrisa y haciendo a los hechiceros temblar ligeramente.
— Estábamos con mi familia. — June habló antes de que los demás hablaran. — Ellos me llevaron a Seattle, y luego llegué a Forks por mi cuenta para verles. — La castaña habló mirando la pared tras el jefe.
O'Neil hizo una seña con su mano y los hechiceros se levantaron y comenzaron a salir. June sintió como cada uno apretó su hombro en señal de apoyo. Cuando la puerta finalmente fue cerrada, el hombre suspiró.
— Lo que hiciste estuvo mal. Se supone que hace cuatro meses volvieras a tu vida, y sigues aquí por petición de ellos. Yo no puedo permitir que hagas que salgan del lugar cuando quieran, June. — O'Neil habló mientras caminaba a su escritorio y luego se recargó de este. — Estás afectando el protocolo de este lugar, y no lo puedo permitir.
La chica sabía lo que pasaría, y sabía que no podría despedirse de sus amigos.
— Me veo en la obligación de expulsarte.
June asintió y rápidamente se levantó del asiento. Las lágrimas se acumularon en sus ojos, y ella mantenía la sonrisa.
— Tus cosas ya fueron empacadas, y hay un taxi esperando por ti, te llevará a donde necesites. — O'Neil habló mirando fijamente a la chica. — Tengo entendido que tienes dinero, ¿cierto?
June asintió mientras ponía una mano en la mesa, recargándose ligeramente.
— Saldrás en quince minutos, y sabes el protocolo, nada de despedidas. — La castaña asintió, y rápidamente salió del lugar.
Mientras se dirigía a su cabaña, ahora solo para ella, jugaba nerviosamente con sus dedos. Entró rápidamente y pudo ver una maleta sobre la cama.
Se movió rápidamente por el lugar y abrió una de las gavetas, sacando el dinero que tenía y su tarjeta de crédito. Era cierto que su familia tenía mucho dinero, pero ella por su parte también tenía. Había trabajado un tiempo pintando, y vendía por buen precio sus cuadros.
Tomó el dinero y suspiró, para luego abrir la maleta y poner el dinero en uno de los bolsillos pequeños. Verificó que no se quedara nada en la cabaña, y cerró la maleta.
Miró con una sonrisa la que era su cabaña, y tomó la maleta para salir del lugar. Se encargó de hacer una ilusión en la que no estaba en aquel lugar. A la distancia pudo ver a Ander y Austin hablar animadamente.
Movió su cabeza y siguió su camino para luego ver a las chicas hablar animadamente en la mesa, y pudo ver la copa que siempre usaba para tomar sangre, en el asiento libre de aquella mesa.
June se obligó a si misma a dejar de ver aquello, y corrió hasta la salida del lugar, donde estaba O'Neil junto al taxi.
— Buen Viaje, Cullen. — El hombre habló tendiéndole la mano a la chica y esta la estrechó.
— Gracias. — Cuando la castaña habló O'Neil, se giró y desapareció de la vista de la chica.
La castaña suspiró y puso su maleta en el taxi, para luego subir.
— Al aeropuerto más cercano. — June habló, mientras observaba al taxista.
— Enseguida. —
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Me quiero disculpar por no subir el capítulo antes. He estado haciendo muchas cosas y he olvidado totalmente actualizar.
También quiero agradecerles por todo el apoyo, y votos. ❤️
