CAPÍTULO 4A

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Huir es la única opción que tiene...

TaeHyung se levanta del suelo con difícultad, y comienza a correr como puede, siente que su pierna se desgarra a cada paso que da, y lucha para poder respirar, quiere tanto tomar un minuto para descansar pero es imposible, no tiene tiempo, cada segundo que transcurre significa estar más o menos lejos de la muerte.

Pone toda su fuerza y empeñó en alejarse de Jungkook, pero no logra más que avanzar unas cuantas cuadras, que siendo sinceros no le sirven de mucho. No conoce el lugar en dónde se encuentra. Está perdido en todos los sentidos.

Las calles estan desiertas, no sabe que hora es con exactitud, pero posiblemente pasan de las 12:00 de la mañana.

Es demasiado tarde, y tiene mucho miedo, TaeHyung está sudando del terror, el sentimiento lo domina al cien por ciento.

¿Porque había aceptado verse con un desconocido?

En su defensa, solo puede decir que, a primera vista aquel tipo no parecía ser un peligro, pero da igual, no tiene mucho sentido ponerse a reprocharse a si mismo, de cualquier manera está metido hasta la mierda en la desagradable situación.

Busca entre las calles un milagro, pero no hay nada más que obscuridad...

El rostro se le ilumina cuando observa al hombre del taxi que horas antes lo habían dejado en el restaurante, parece que busca algo dentro de su vehículo. TaeHyung no puede verlo completamente, pero está seguro de que es el mismo conductor...

Va a salir corriendo hacia él, dispuesto a rogarle por ayuda, pero justamente cuando da el primer paso, un maldito carro se detiene justo a lado del hombre, y entonces TaeHyung ve al sujeto dentro de él, y es su peor pesadilla; es Jungkook.

Trata de tranquilizarse para poder pensar correctamente que opciones tiene, la posible droga que consumió va disminuyendo el efecto en su sistema por lo cual se siente un poco mejor.

Cree que quizá puede lograr esconderse entre las calles y esperar el amanecer para pedir ayuda, pero está seguro de que Jungkook lo atormentará toda la noche y seguramente terminará encontrandolo, también puede ponerse a gritar, pero nadie saldrá a ayudarlo, sabe que la gente no ayuda cuando ve que alguien está en problemas. En todo caso su última y de hecho, la única opción más razonable es recurrir al taxista y suplicarle que lo ayude pese a las cosas que puede estar diciendo Jungkook sobre él.

Minutos mas tarde, y una vez que verifica que el automóvil de Jungkook se ha alejado, sale corriendo en dirección al hombre.

Tiene los minutos contados...

-Ayudeme por favor- es lo primero que deja salir y TaeHyung siente como todo el oxígeno regresa a su cuerpo.

El conductor del taxi no se alarma ante su presencia, pero lo mira con desconfianza.

-El hombre que acaba de hablar con usted intenta secuestrarme, le suplico que me ayude a huir de acá, necesito regresar a mi casa-explica intentando calmarse, si no es claro con lo que dice, no va a lograr nada.

-Hijo, ese tipo acaba de decirme que estás drogado y que eres peligroso. Alejate de mí, no quiero problemas con nadie-responde en un tono severo.

En esa última frase, TaeHyung pierde toda la esperanza.

-No, no es así...- la voz se le quiebra cuando quiere explicar la situación-. Mireme, usted me trajo hace horas al restaurante que esta en está zona. Por favor recuérdeme- TaeHyung se agarra la cebeza desesperado, ese hombre no entiende la gravedad del asunto.

Si no lo logra es el fin...

-Creo que te recuerdo-pronuncia sin interes, pero dándole esperanza nuevamente a TaeHyung-. Sí, ahora puedo recordarte perfectamente, ¿Que te ha pasado?

HELL'S DATE ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora