Capítulo 3

6 1 0
                                    

         Me desperté alarmado y me quedé observando el techo por un rato. Llevo teniendo el mismo sueño en diferentes periodos, a veces se repiten por una semana, por un mes y a veces se detienen por un buen tiempo. Creía que ya no lo iba a tenerlo porque desde hace más de medio año que ese sueño había dejado de asomarse en mis noches.

Hay partes del sueño que se ven borrosas y no las puedo recordar. En el sueño me encontraba dando órdenes en una sala de mando, como si estuviese conduciendo una nave gigantesca pero no tenia claro hacia donde íbamos. Después aparecía en un laboratorio y tenia un bisturí en la mano, listo para realizar una incisión en un cuerpo pero no estoy seguro de si era un ser humano. Justo cuando iba a realizar el corte me despertaba.

Es posible que no sea nada importante, puede que como estuve estudiando medicina mis ganas de haber sido doctor se están proyectando a través de mis sueños. Bueno quien sabe que mierda es esta que se está metiendo mi cerebro.

Me levanté de la cama y fui directamente a darme una ducha fría para despertarme. Apenas salí de la ducha me eche un vistazo en el espejo, para ser honestos ahora tengo unas bolsas enormes debajo de los ojos porque no pude dormir durante varios días después del ataque debido a que tuve que asimilar todo lo que había sucedido y sigo estando un poco en shock. No puedo creer que todo haya tomado un giro de 360 tan rápido, era como si fuera ayer cuando me preocupaba por los siguientes dos años que tendría que hacer de residencia, si mi familia estaba bien en Nueva York y si mi novia me estuviera extrañando. Respiré hondo. Pero solo una cosa no ha cambiado, despertar a Quincy todas las mañanas. Bueno este es el destino que me tocó, ahora toca sobrevivir. Respire hondo de nuevo y trate de poner toda mi mierda junta. Me puse una camiseta negra y unos jeans. Tome un vaso con agua helada y entré sigilosamente a la habitación de Quincy.

– Fiu, casi lo despierto – dije para mis adentros y rápidamente vertí el agua en la cara de Quincy. – despierta ya, que tenemos que irnos.

Quincy se levanto de rápidamente con rostro alarmante y furioso. Así que salí corriendo de la habitación para irme hacia la cocina.

– Owen Christopher Johnson Johns me las vas a pagar cuando menos lo esperes!! – me grito, espero que esto nunca cambie.

Cuando llegué a la cocina me preparé un sandwich de mantequilla de maní y mermelada, esa era una delicia de desayuno. Pasaron unos cinco minutos hasta que bajó a la cocina y fue directamente al refrigerador pero antes volteó y me dijo

– Buenos dias, me llamo Quincy

Lo miré con cara de indignación y el se me quedó mirando esperando una respuesta.

– Hola, me llamo Mr. Peanutbutter – le seguí

– Un gusto conocerte Sr. Mantequilla de maní – luego de nuestro intercambio de palabras regresó al refrigerador a rebuscar algo que comer y cuando no sabe que desayunar se pone a hablarle a lo que hay en la refri o se pone a cantar.

– Desayuno, desayuno, desayuno, que podré desayunar? – Se pusó en una posición pensativa tipo Sherlock Holmes – EHHH Sr. Jamón creo que tú podrias acompañar a la Sra. Pan y al vecino Don Café para tomar el desayuno, vamos!! – después tomó el jamón he hizo como si estuviese teniendo una conversacion con el pan y el café. Todo parecia tener un rumbo civilidazo hasta que cometió un asecinato.

– Oe tú Don Café no me mires así, lo que se tenía que hacer se hizo – le dio un mordiscó a su emparedado de jamón y asi es como fallecieron la Sra. Pan y el Sr. Jamón, y poco a poco Quincy dreno a Don Café.

RougDonde viven las historias. Descúbrelo ahora