LA CIUDAD DEL MONTE DE HIELO {EN EDICIÓN}

LA CAZA

Me despierto sobresaltada.

- ¡A despertar!.

Le ignoro totalmente. No me apetecía recordar que estaba atrapada en este sitio.

- Vamos, tenemos que salir a cazar.

- ¿A cazar? - Pregunto intrigada. Nunca había salido de caza con mi familia, vivíamos en la ciudad, comprábamos todo envasado o en el mercado. - Nunca he ido de caza.

- ¿No?, ¿ Y como te alimentabas tu en tu hogar?.

¿Cómo contestar a eso?

- Lo hacían mis padres.

- Con que tengo ante mi a una niña de mama y papá - Dijo burlándose de mi. - Te espero abajo para desayunar. - Sin darme tiempo a contestar, sale de la habitación y baja las escaleras.

Sonreí vagamente, pensándolo mejor, salir a fuera sería una gran oportunidad de explorar el terreno y así intentar buscar una salida. Lo veía poco probable, pero por intentarlo no perdía nada. Así que me levante. Aún tenía la ropa de ayer, únicamente cojí el abrigo y bajé junto con Chris, que me esperaba en la mesa con un cuenco de leche caliente calentada al fuego.

- Por fin bajas.

No respondí, todavía estaba algo  adormecida.

- Aquí tienes un cuenco de leche para que tengas fuerzas para cuando salgamos.

Me siento en la mesa y observo el cuenco.

- Gracias. - Respondo.

El asiente con la cabeza.

- Y dime, ¿Qué vamos a cazar?.

- Un ciervo, claro, no hay muchos más animales por aquí, estos abundan y de vez en cuando arruinan nuestras cosechas, así que los matamos. Conseguimos alimento y además, que no nos arruinen los cultivos, aquí pocas hortalizas y verduras llegan a dar frutos porelas extremas condiciones de frío, hay que cuidarlas bien.

- Entiendo, debe ser duro.

Me terminó el cuenco de leche y seguido de esto Chris me da un arco.

- ¿Qué se supone que debo hacer con esto?

- Disparar al ciervo. - Responde como si fuera lo más obvio del mundo.

- Pero, yo nunca he cogido uno de estos...

Chris se acerca a mi y pone sus manos encima de las mías, enseñándome a coger el arco. El roce de sus manos frías contra las mías calientes se sentía bien. Él me miró, yo el también y quedamos así durante unos segundos hasta que por fin dice:

- Bueno, vamos, que se nos hace tarde.

Pongo cara de disgustada, ojalá ese momento hubiera durado más tiempo. Espera, ¿no me estaré enamorando de él verdad? No podía permitírselo, esto no era real... o al menos eso pensaba, ya que había pasado la noche en su cabaña.
Agito la cabeza para despejarme, me pongo el abrigo y salgo detrás de Chris, que me esperaba sujetándo la puerta.
Más tarde llegamos a una zona donde nos escondimos, Chris dice que por ahí siempre pasa algún ciervo, así que esperamos.
Estaba muy aburrida, y por ello decidí intentar buscar un tema de conversación con el que hablar con él, ya que solo miraba atento al horizonte por si veía algún ciervo. Pero antes de que pudiera decir o pensar nada, me sobresalta avisándome de la vista de una presa.

- Hey, mira.

- ¿Vamos a matar a ese ciervo?

- Pues claro que si, si no lo hacemos podríamos estar esperando mucho tiempo hasta lograr ver otro.

- Vale, vale.

- Apunta con el arco como te he enseñado.

De repente me viene a la mente sus manos rozando las mías...

- ¡Bella!

Me sobresalta.

- Si, si, apunto.

- Vale, cuando te diga, dispara.

Unos segundos después.

- ¡Ya!

Suelto la flecha y...

-  ¡Le he dado!

- Si, muy bien, pero no lo has matado . - Apunta al animal y le dispara otra flecha para rematarlo. - Ahora sí, la próxima vez apunta al cuello si puedes, es complicado, pero con la práctica lo lograrás.

- Espera, ¿es que vamos a salir a cazar más?.

- Eso depende, ¿cuánto tiempo te vas a quedar?

- No lo sé.

Volvemos a la cabaña, un poco desilusionada porque no tuve oportunidad de explorar los alrededores.
Más tarde, Chris prepara el ciervo y lo corta. Lo pone al fuego para cocinarlo y poco después teníamos un plato de carne asada. Muy rico por cierto, después, le pregunto si podríamos salir a dar una vuelta y me responde que si.
Cuando salimos me guía por las cabañas de sus vecinos y amigos, y me lleva a ver a un amigo suyo.
Toca el timbre y nos abre un chico. Sería de la misma edad de Chris.

- Hola Luis.

- ¡Hola!, ¿qué te trae por aquí? - Se para y me mira. - ¿quién es tu amiga? Es bastante guapa.

Alzé los ojos hacia arriba.

- Cállate, ésta es Anabella.

- Hola encantada, llámame  Bella - digo presentándome al amigo.

- Hola, yo soy Luis, como acabas de escuchar, ¿pasáis?

- No gracias, se acerca la noche y tenemos que volver a la cabaña, solo pasábamos y se me ocurrió saludar.

- ¿Con que presumiendo de nueva chica eh?

- Cállate imbécil, no es mi novia. - Dice medio sonrojado. - Bueno nos vamos, adiós Luis.

- Adiós pringao, adiós Bella. -dice haciendo una pequeña reverencia.

Mientras yo por dentro me costaba contener la risa le digo adiós con la mano.
Al llegar a la cabaña, pasamos por el huerto y recogimos algunas verduras.
E hicimos la cena, esta vez, la quería hacer yo en agradecimiento por acogerme. El resultado, una sopa con unas pocas verduras, que, en mi opinión, me quedo estupenda.

- Estaba genial.

- Gracias, me gusta cocinar, hago la comida de vez en cuando en mi casa.

Se me viene el recuerdo de mi familia en casa, se estarán preguntando dónde estoy o qué habrá sido de mí, a lo mejor han puesto una denuncia y me están buscando. No me doy cuenta y se me escapan unas lágrimas.

- Hey, no llores, volverás con tu familia, te ayudaré.

- No se si podre volver.

- ¿Por qué dices eso?

Dudo si decirselo o no. Me tomaría por una extraterrestre si es que eso existe aquí. Tal vez me echaría de la casa o tal vez decide matarme aquí mismo.¿Debería decírselo?

Buenaaaasss, que opinan?  Debería decírselo? Como reaccionaria ante tal hecho? Escriban en los comentarios :3

No se porque escribo así JAJAJA yo creyendome influencer o algo xddd, solo me leen amigos, que triste F en el chat.

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