✦.°· III ·°.✦

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  Michellee

  Luego de unas palabras motivadoras por parte del director Albus Dumbledore, comenzamos a comer en tranquilidad. Mientras yo comía educadamente y con "gracia" (como diría mi padre) los demás no seguían ninguna ley y comían lo que sea cuando sea, embarrandose tanto cara como manos.

Luego de comer, el director Dumbledore volvió a hablar esta vez soltó palabras aleatorias.

* ¿Acaso es tonto? * Pensé, puede que sea un idiota o tal vez sea una mente incomprendida, es un misterio.

  — ¡Siganme los de Ravenclaw! —Gritó un pequeño hombrecillo vestido con un pequeño trajecito azul, Filius Flitwick mencionó Dumbledore que se llamaba. Todos mis compañeros de Ravenclaw lo seguimos hasta llegar a las torres del oeste, donde había una escalera de caracol, subimos por allí un gran rato hasta llegar a una puerta sin pestillo con una águila en esta.

— Es aquí, la entrada a la sala común de Ravenclaw —Habló nuevamente nuestro pequeño profesor.— Deberán responder el acertijo para poder pasar, si fallan, deberán esperar a que alguien más lo resuelva —Dijo y después la puerta de la torre comenzó a hablar.

Si te metes en una habitación que hay cinco personas y asesinas cuatro de cinco ¿Cuántas quedan en la habitación? Fácil, dos, tú y la persona que dejaste viva.

— Dos. —Tenía razón, los acertijos son lo mío.

La puerta se abrió dejando ver una enorme sala celeste/azul, con un hermoso techo estrellado (como el que había en el Gran Comedor), sillones junto a una pequeña mesa de té. En el medio de la sala había unas escaleras que descendían, Merlín sabrá donde.
Teníamos nuestro propio librero y adelante de este había una estatua de la fundadora de Ravenclaw, Rowena Ravenclaw. A los lados de la estatua habían escaleras que, al parecer, llevaban a los dormitorios.

— Bienvenidos a la sala común de Ravenclaw, los dormitorios de las damas están a la derecha y de los caballeros a la izquierda —Dijo Flitwick mientras señalaba las escaleras junto a la estatua de Rowena Ravenclaw.
Luego de unos minutos, las chicas fuimos a nuestros aposentos. Por suerte, solo debí compartir mi habitación con Rowan.

En la habitación, ya estaban nuestras cosas sobre la cama.

— Increíble, ¿No crees, Michellee? —Preguntó Rowan, yo solo asentí mientras desempacaba.— Mañana tenemos encantamientos a primer hora del día.

— Genial, si me disculpas, me colocaré el pijama y dormiré hasta que sean las seis de la mañana —Dije mientras sacaba mi pijama de mi maleta, que es un camisón celeste, y me desvestía, Rowan pegó un pequeño salto y se dió vuelta.

Luego de vestirme, dejé mis lentes en la mesita de luz que tengo al lado, me acosté en la cama y me tapé hasta la nariz. Estaba tan cansada que podía dormir tres días seguidos si nadie me despertaba.

En poco minutos sentía como mis ojos se cerraban sin que se los ordenaba, al final, terminé perdiendo el conocimiento y me dormí.

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¿Qué es esto?

— ¡Tu asqueroso e inmundo hermano se ha ido y no volverá! Ahora vete, a menos que quieras que te lance un crucio. —Son recuerdos...

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— Tranquila, Michi, siempre estaré para ti. —Jacob... Ahí está él.

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— ¡No te vayas!

— Me voy a Hogwarts hermanita, volveré en las vacaciones.

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— ¡¿Por qué hermano se fue, madre?!

— N-no lo sé, hija.

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— Tranquila, lo encontraremos. —¿Quién dijo eso? Sonó como... Charles...

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— Michellee, me congelo. —¿Rowan? ¿Quién es la chica rubia que está junto a ella?

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— Somos amigos, y los amigos, se ayudan. —Charles de nuevo... Pero nada de esto pasó.

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— Michellee... Te amo. —¿Qué está pasando? No entiendo nada.

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Desperté, ¿Qué fue eso? ¿Una pesadilla? ¿Un simple sueño? ¿Por qué estaba Rowan con una chica rubia? Se estaban congelando... Luego estaba Charles... ¿Por qué soñé que él me decía "te amo"? Algo anda mal...

Sentía como sudaba frío, miré hacia la ventana

* El sol todavía no salió * Pensé y luego miré a Rowan, seguía durmiendo, miré mi reloj de mano, que dejé en mi mesita de luz, "05:01" suspiré algo intranquila, aún faltaban dos horas para que empiecen las clases.

Cuidadosamente, me levanté de la cama, me peiné un poco, me coloqué mis lentes, una chaqueta de cuero, unas medias altas y unas botas. Luego, salí de la habitación y de la sala común. Quería estar un rato sola, apartada de los demás.

Fuí hasta el Lago Negro y me senté en la orilla a pensar sobre el sueño.

¿Es una profecía? ¿Eso pasará en algún momento? ¿Por qué soñé con Charles? Charles... ¡¿Qué me sucede?! ¿Por qué se me revuelve el estómago al pensar en él? Sus maravillosos ojos, su cabello rojizo, su tierna sonrisa y su dulce voz.
Sacudí mi cabeza para deshacerme de esos pensamientos pero no sirvió sino que se reforzaron.

— Maldita sea —Maldije por lo bajo, no entiendo que me pasa, será mejor que vuelva a la torre a prepararme ya que el Sol ya salió.

Cuando volví, entré en la habitación, y estaba Rowan vestida con el uniforme y se veía con cara preocupada. Carraspeé la garganta para que notara mi presencia, al verme noté como un pequeño brillo aparecía en sus ojos.

— ¡Michellee! Me asustaste mucho, creí que te había pasado algo —Dijo mientras pasaba su mano por su frente algo calmada.

— Solo... Salí un rato —Respondí mientras me sacaba la chaqueta y la volvía a guardar en el armario.

— ¿Estás bien? Estás toda roja. —Rayos. Toqué rápidamente mis cachetes y sentía como ardían.

* Maldito seas Charles Weasley * Maldijé a Charles mientras bufaba levemente.

— Estoy bien, Rowan —Respondí dando mi mejor sonrisa posible.— Debo cambiarme, me harías un favor si te das vuelta —Sugerí y ella me hizo caso. Me quité la ropa y me puse el uniforme.

Es hora de ir a clases...

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⏰ Última actualización: Oct 23, 2020 ⏰

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Tᴇ Aᴍᴏ Mᴀ́s ϙᴜᴇ ʟᴏs Dʀᴀɢᴏɴᴇs ━━𝗖𝗵𝗮𝗿𝗹𝗶𝗲 𝗪𝗲𝗮𝘀𝗹𝗲𝘆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora